La guerra comercial entablada por los fabricantes de dulces de Estados Unidos contra sus similares mexicanos, llegó a un episodio más con la prohibición de la venta del “Pulparindo” en el Estado de California.
El argumento es el contenido de plomo en el “Pulparindo”, contenido que según el Departamento de Salud Pública de Estados Unidos puede afectar a niños y a mujeres embarazadas.
De acuerdo con un análisis realizado por las autoridades sanitarias, el dulce de tamarindo tiene entre 0.12 y 0.19 partes por millón de plomo, 10 puntos por arriba de los niveles aceptados por la Oficina de Alimentos y Medicinas Federal.
Desde hace varios años los industriales del dulce norteamericano han cabildeado ante las autoridades sanitarias de ese país para que pongan barreras a los dulces mexicanos.
La apertura propiciada por el Tratado de Libre Comercio al parecer ha obligado a buscar otro tipo de argumentos para detener el avance de los dulces mexicanos, y este argumento se ha encontrado en presuntos riesgos para la salud.
Hace unos años se realizó en Estados Unidos una campaña contra el dulce “Pelón Pelo Rico”, al que se calificaba como riesgoso para la salud por su contenido de plomo.
Ahora el blanco del ataque es el “Pulparindo”, que tiene una gran demanda entre los consumidores latinos de California.
Este ducle es un producto importado de la ciudad de México por la marca De la Rosa. Está hecho a base de pulpa de tamarindo con azúcar, sal y chile piquín.
Y su contenido de plomo no rebasa los límites impuestos por la Norma Oficial Mexicana.
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