La lucha interracial entre pandillas de jóvenes latinos y afroamericanos ha cubierto de violencia el sur de Los Ángeles, California.
El pasado fin de semana un sujeto latino hirió a balazos a un afroamericano que caminaba fuera del territorio neutral pactado por las pandillas del sector sur de la ciudad.
El incidente no fue un hecho aislado sino un episodio más de la sangrienta batalla que libran las pandillas de negros y latinos.
El diario “La Opinión” afirmó que el incidente rompió con una tregua pactada por los bandos contrarios.
Analistas han señalado que ésta lucha puede ser el comienzo de una guerra racial más fuerte que pondría en jaque a las autoridades de Los Ángeles.
"Todo el mundo en la comunidad está preocupado de que esto pueda dar inicio a algo peor", declaró un oficial de policía a “La Opinión”.
"Están tratando de comenzar una guerra racial y por eso estamos centrándonos en decir a los afroamericanos que no tomen represalias. El mensaje para todas las bandas, latinas y afroamericanas, es que bajen las armas y que demanden trabajos a los líderes políticos", agregó el oficial.
Dijo que esperaba resultados positivos luego del acuerdo de paz supuestamente alcanzado por las pandillas; tal expectativa se sostiene a pesar de los sucesos más recientes.
"Confío en el tratado y en quienes lo hicieron, pero ahora lo importante es que hay que extenderlo a otras partes de la ciudad. Esa es nuestra, meta: hablar con otros miembros de pandillas y más vecinos, porque tanto afroamericanos como latinos tienen que compartir la responsabilidad".
"El pacto en sí es una cosa buena, pero los líderes latinos y afroamericanos tenemos que trabajar juntos.
Esperamos tener otros tratados en diferentes partes de la ciudad que involucren a las pandillas y particularmente cuando se trata de asuntos raciales entre latinos y afroamericanos", expresó el oficial al diario angelino.
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