Los dos lanzadores mexicanos que podían recurrir al arbitraje salarial Marco Estrada, con los Cerveceros de Milwaukee, y Fernando Salas, recién llegado a los Angelinos de Los Ángeles, logaron ponerse de acuerdo con atractivos aumentos.

Estrada formó parte de la rotación abridora de Milwaukee, con los que terminó con marca de 7-4 en 118 entradas lanzadas; su salario fue de 1,955,000 dólares, y ahora tendrá un salario de 3,325,000 dólares.

Salas actualmente juega en los Naranjeros de Hermosillo; fue cambiado por los Cardenales de San Luis el mes pasado a los Angelinos, quienes mejoraron los 512,000 dólares que ganó en los Cardenales, con los que vio poca acción, jugando la mayor parte en sucursales. Salas ganará 870 mil dólares, un suelo nada despreciable.

Por otra parte los Dodgers firmaron al pitcher Clayton Kershaw un contrato de 215 millones de dólares por siete años, lo que lo convierte en el pitcher mejor pagado de las Mayores.

El lanzador de 25 años comentó que tal cantidad de dinero es “un poco incómoda” para él. Kershaw y su esposa, Ellen, han platicado respecto de a dónde destinarán el dinero, y la mayor parte de las ideas van hacia obras de caridad.