| Oliver Pérez: Sin locuras | ||
| ESPN Sábado 04 de Agosto de 2007 |
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De atentar contra la superstición, el pitcher de los Mets vaticina la consecuencia con una sonrisa:
"A lo mejor un día me caigo".
Al menos en 2007 no existen caídas por lamentar. Óliver sigue con su cábala y se proyecta a obtener 15 victorias.
El zurdo encabeza el departamento de efectividad de Nueva York y, por tercera vez en su carrera, rebasó los 100 ponches.
Desde del 2004, Pérez carecía de una campaña ganadora. Aquel año, con Pittsburgh, registró 12 triunfos, 239 retirados por la vía de los strikes y 2.89 de pcla.
"No me fijo mucho en números, sino en ayudar en lo que pueda, trabajando día tras día para mejorar y tener una larga carrera", dice el mexicano a ESPNdeportes.com.
"Lo más importante es tratar de ayudar al equipo cada vez que esté en la loma, así los resultados saldrán poco a poquito".
La misma prensa neoyorquina, cuyas teclas afirman en tinta que aún le faltan argumentos para brindarle toda la confianza en el montículo, se interroga sobre su mejoría.
Preguntas y respuestas se repiten como un juego de adivinanzas:
¿Qué ajustes has hecho en tu mecánica?
Ninguno.
¿El windup?
No.
¿La altura del brazo para soltar la pelota?
Noup.
¿La caída de la pierna?
Mm, mm.
¿La fuerza, la muñeca, los hombros, los dedos, la nariz, las orejas...?
Negativo. Naaa...
"He tratado de tirar la bola donde la necesito tirar, no nada más a lo 'loco' como a veces lo hacía antes".
Si los catchers Paul Lo Duca y Ramón Castro le ponen la mascota arriba, el tira la esférica arriba. Si le piden abajo: abajo. Afuera: afuera. Abajo y adentro: abajo y adentro.
"Simplemente me enfoco en cada pitcheo para tratar de salir en línea lo más rápido que pueda. Entre más maduras, te haces más consistente".
El analista de ESPN, Guillermo Celis, reafirma lo dicho por el serpentinero: "Cuando le da por inventar cosas raras con su windup vienen los problemas. Por eso trabajaron con él para quitarle las florituras. Su windup tiene que ser fluido y sin pausas".
El zurdo de 25 años cursa su sexta campaña ligamayorista y la segunda con los metropolitanos.
Al igual que la campaña pasada, Nueva York se apunta por un boleto para la postemporada, donde el romance con Óliver se afianzó en 2006.
Los Mets lideran la División Este y pelean con Milwaukee y Arizona por la mejor marca del viejo circuito.
"Lo más importante de este equipo es que hay mucha unión. Uno a uno se apoya y esa es la clave. Cada quien pone su granito de arena para tratar de ganar juego tras juego. Gracias a Dios vamos en buen lugar y esperamos seguir igual".
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