Era la medianoche del 27 de enero del 2005 cuando los vecinos de las calles Luis Pasteur y Emanuel Kant, en la colonia Villa Itson, fueron levantados de sus camas por las ráfagas de bala que salían de un rifle AK-47 ("cuerno de chivo").
El arma era accionada por un hombre que plantado en el centro de la calle Pasteur ordenaba a varios policías que se retiraran del lugar y dejaran pasar una camioneta a la que habían bloqueado el paso con sus patrullas.
El hombre se mostraba decidido a disparar contra los agentes y éstos, superados por la capacidad del arma que portaba aquel desconocido, no parecían decididos a actuar pese a que varias patrullas se encontraban al norte de la calle, en el bulevar Villa Itson, mientras otra obstruía el paso por la calle Kant.
Ante la duda de los policías el hombre avanzó por la banqueta de la calle Pasteur amenazando con su arma al tiempo que llamaba por teléfono celular a alguien para reclamarle por qué no cumplía el compromiso de dejarles la vía libre.
Los policías se hicieron a un lado y los ocupantes de la camioneta bloqueada aprovecharon el momento para escapar al cerco golpeando una patrulla y enfilar por la Pasteur al sur, donde dijeron algo al hombre armado a quien lo esperaba otro en un carro sedán. Una vez liberada la camioneta y con el paso abierto, el hombre disparó varias ráfagas contra el suelo de la calle para inhibir cualquier intento de respuesta por parte de los policías.
Enseguida se acercó al automóvil que lo esperaba y antes de subir disparó desde allí una granada que retumbó en todo el sector e impactó contra un terreno baldío.
Los vecinos de ese lugar recuerdan los momentos de pánico que vivieron por la balacera, el tronido de la granada y la posibilidad de un enfrentamiento de mayor contundencia. Por fortuna, las balas no lastimaron a nadie, sólo algunos vidrios de automóvil resultaron quebrados. La granada, dicen, hizo un hoyo en el baldío.
De aquella noche, hace exactamente nueve años, quedaron dos misterios que comentaron los vecinos durante muchos años.
El primero era sobre el personaje que iba a bordo de la camioneta bloqueada por los policías y a quien fue a rescatar el hombre armado. Se dijeron varias versiones y una común refería que se trataba del "Chapo" Guzmán.
El otro misterio era la identidad de la persona a la que el hombre de la AK-47 le reclamaba el no cumplir con el compromiso de dejarles el paso libre.
El primer misterio fue resuelto años después cuando se supo que el personaje a bordo de la camioneta era Gonzalo Inzunza "El Macho Prieto". Incluso en algunos narcocorridos grabados en honor a este personaje, se citan los hechos de aquella noche en Villa Itson.
El episodio fue recordado hace unas semanas a raíz de la muerte de Inzunza a manos de policías federales en Puerto Peñasco.
El segundo misterio, quién era la persona a la que le reclamaban el no cumplir con su compromiso, sigue siendo eso, un misterio. No se supo nada.