En pocas horas circuló en miles de correos electrónicos, páginas de Facebook, tweeters y otros canales digitales, un rumor sobre la supuesta pérdida por parte del Gobierno Mexicano de los derechos autorales del Himno Nacional.
A causa de esta pérdida ya no podría tocarse el Himno en ningún acto público dentro del país, so pena de que se nos impusiera una fuerte multa por usar sin permiso material intelectual con derechos reservados.
A simple vista el rumor se evidenciaba como una tomadura de pelo, una broma trivial nada más. Sin embargo ocasionó una especie de histeria colectiva que sirvió, entre otras cosas, para que en algunas escuelas tomaran la precaución de no cantar el Himno en los tradicionales actos de incio y fin de semana escolar, cuando se forma a los niños en el patio y se hacen honores a los símbolos patrios.
No se ría, es en serio. Incluso alguien nos dijo que esto pasó también aquí, en Cd. Obregón, y concretamente en el Instituto Bellavista. Versión que podrán confirmar o negar alguno de nuestros lectores con hijos inscritos en esa escuela.
Más allá del aspecto anecdótico, este caso nos muestra el riesgo de considerar a las redes sociales como un medio de comunicación masivo confiable, algo en lo que se ha insistido con demasiado candor por parte de los analistas improvisados del periodismo contemporáneo.
No es el primer caso de un chisme o rumor que se convierte en "viral" dentro de las redes sociales de Internet y cobra vigencia como una noticia real. De eso está hecha la "realidad virtual" que viven y comparten los internautas atrapados en dichas redes. Y con ello nos referimos no sólo al usuario común, sino también a muchos medios informativos que sin ningún criterio o con mucha ignorancia toman "noticias" que circulan en el Internet y las replican en medios tradicionales como prensa, radio y televisión.
Claro, no es la primera vez que estamos expuestos a la rumorología o al chisme como fuentes de noticias que son validadas por los medios institucionales. Pero la tendencia se ha agudizado conforme la "realidad virtual" creada en las redes va dominando campos de la "realidad real" en la que viven los usuarios. Y más aún cuando una sociedad con bajo nivel educativo, como lo es la mexicana, se instala de golpe y porrazo en la tecnología digital de consumo popular.
Así que este cuento del Himno perdido seguramente no va a ser el único que ocupará la imaginación colectiva en los próximos meses. Vendrán más y sólo para reforzar la ignorancia popular que con tanto deleite explotan el poder político y económico de nuestro país.
Cenando con el Gobernador
Y de la comentada cena que el fin de semana compartieron el gobernador Guillermo Padrés y su equipo de funcionarios en esta región, además de otros notables panistas, se dijo que uno de los desaguisados más notorios fue la rabieta que hizo un conocido empresario local cuyo nombre no diremos, sólo sus iniciales (Mario Sánchez), quien habría mostrado su disgusto proque Padrés pidió apoyo para las aspiraciones políticas de Javier Gándara, quien busca algo que también quiere el susodicho empresario. De allí su enojo... Bueno, eso dicen.