La comidilla del día en México, tiene que ver con la entrada en vigor del Artículo 46 de la ley del registro Civil en la entidad sonorense, la cual a partir del 10 de febrero, no admitirá el registro de nombres peyorativos al momento de asentar a los chilpayates ante el Registro Civil.
Llegado el momento de buscar el nombre que le pondremos al primogénito de la familia, si una de las partes no tiene inconveniente, pues la cosa resulta sencilla. Diría la esposa, “le pondremos como mi apá, y San Camaleón!”, ¿pero qué sucede cuando las partes entran en conflicto?, pues se arma la trifulca.
Ella quiere que lleve el nombre de su madre, y él el de la suya. Esto de ponerse de acuerdo en el nombre no es tarea sencilla, esto sin contar las influencias y presiones de las familias.
Pareciera que todos desean perpetuarse con el nombre. Esto que ahora nos entretiene como entrega dominical, resulta como aquel popular juego de niños él “matarile rile ron”, donde dos bandos frente a frente trataban de ponerse de acuerdo con el nombre de los niños.
Así que, ¿y qué nombre le pondremos?, nunca ha sido tarea simple. Los resultados de una decisión, repercutirán para bien o para mal, en la humanidad del niño a lo largo de toda su vida. Unos lo soportarán, otros decidirán cambiárselo, y otros tendrán que aguantar la “carrilla” hasta la tumba. Veamos ahora unos cuantos ejemplos, producto de un intercambio de correos con colegas en Internet.
Un colega sudamericano, anota:
“En nombres raros los zulianos peleamos frenéticamente por obtener el primer lugar. Los nombres con origen romano y helénico abundan como arroz y así es común observar Aristides y Arístides, Plutarco, Sócrates, Fidias, Pitágoras, etc. Luego vienen los disparatados o estambróticos como Eufrasio, Eustaquio, Abdénago, etc.
“Voy a presentar a tu consideración estas tres joyas:
“Zoila Mesa de Planchart, Dolores Barriga de Díaz y Telésforo Telefónico Montiel, que no son inventados ya que tuve la suerte (ni tanta) de conocerlos. Hay paño de donde cortar. No he mencionado los nombres formados por sílabas tomadas del nombre del padre y de la madre, como Danur, la hija de Decamerón y Úrsula, pero esto último sucede en toda Venezuela (ver guía telefónica).
¿Le gustaría llamarse así?
Y bien, repasando rápidamente mi actividad de maestro, anoto unos cuantos ejemplo de nombres no muy comunes, o bien que nombres que a ciencia cierta jamás había escuchado ni leído en mis 60 años de vida. Algunos de ellos, por ejemplo Rhadai, Jhuniel, Dirce, Mirrel, Izebel, Exa, Yoholan, Ayerim, entre otros tantos.
Mis colegas de Internet. , me cuentan que en Venezuela se caracterizan por abusar de la nomenclatura extraña, nada más lean los siguientes ejemplos: Yencerlay, Abismar, Yuleisy, Jhonjandersson, Yuniel, Yazury, Johnthan, Yordan, Darkinsson, Willimar, Bonny Lee, y Landy, sólo por citar unos cuantos.
Otro colega sudamericano, agrega que en Ecuador también se cuecen habas: Me cuenta, “si quieres conocer los nombres más extraños del mundo, tienes que viajar a Chone, un pueblo de 20,000 habitantes, situado en lo más profundo de Ecuador. Las personas que allí viven tienen los nombres más curiosos del mundo: podrás encontrarte a Alí Babá, Burger King, Vick Vaporup, Alka Seltzer, Blanca Nieve, y Lincoln Stalin”.
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Algunos padres se inspiraron para llamar a sus hijos Guasintong (en lugar de Washington), Pericles, Homero, Platón, Stalin, Lenin, Simón Bolívar, Napoleón o Cristóbal Colón Jaramillo.
Y en la guía también figuran Frank Sinatra o John Kennedy Suárez, este último dueño de una ferretería, quien nació un 22 de noviembre, si el mismo día del magnicidio en Dallas.
El padre de JKS incluso envió una carta a la viuda Jacqueline, contándole su ocurrencia. Y la futura señora Onassis le respondió agradecida.
Algunos, los menos, optan por cambiar de nombre. Por ejemplo Darling Chunga (es un hombre), cuya madre vio un darling en el diario de ese día; Dos a Uno Angulo, que nació el domingo en el que el equipo de su padre triunfó sobre el San Lorenzo (y le puso el resultado como nombre); Mary Nissan (como el coche); Diosita Párraga, que le debe el nombre al novio de su tía, Diosito; o la peluquera España Parrales, que nació el 25 de julio, día de Santiago Apóstol, patrón de España. «Al menos me gusta más que Santiaga, que era la otra opción...».
Y ya que aludimos a España. Pues también hay nombres muy simpáticos, pero lo más curioso es cuando se juntan con apellidos que nos acaban provocando la sonrisa:
Juan Madruga Mogollón murió hace seis meses, pero le sobrevive su hermana Juana (igual que él) Madruga Mogollón. La lista de españoles que cargan con un nombre raro, chistoso e incluso algo despectivo es larga.
Por ejemplo, Esteban Arruga Segura, un logroñés que procura ir siempre bien planchado y que encaja con humor las bromas de su compañeros de trabajo en una empresa de embalaje flexible donde las arrugas no están precisamente bien vistas.
Julio Conesa Cara, catalán, 71 años, acostumbra a responder un «no tengo otra» cuando le sueltan la gracia resabida. Entre sus amigos figuran dos Conesa Mata y Conesa Vives.
A Miguel Marco Gol, también catalán, lo han llamado hasta el Real Madrid y el Barça interesados en divulgar la puntería futbolística de sus apellidos. Otros hacen todo lo posible por ocultar su DNI, como los hermanos de Carlos Folla Doblado, gallegos. «Ya tengo bastante con el nombre como para salir en los periódicos», dice Carlos.
Cuentan que también existen los Folla Sentado, y son reales Purificación Conejo Enamorado, Elisa Amado Condón, María Rosa Duro Penetro, Manuel Larrosa Espinosa, Josefa Tetas Avanza, Mercedes Ponte Alegre, Javier Marco de la Puerta, Antonio Lalanza Veintemilla, José Antonio Cabeza Grande, y Carmen Toro Bravo, por citar algunos otros ejemplos de lo más cómico.
Como podrá usted apreciar querido lector de esta entrega, el tema da para más, pero por lo pronto, dejaré que vaya Usted indagando ¿cuál es el nombre más extraño que ha escuchado recientemente?, o bien si está Usted en el momento de decidir qué nombre llevará su primogénito, pues vaya concertando una buena sesión con su pareja.
No se precipiten, búsquenlo con calma y analicen las ventajas o desventajas del nombre que ha de acompañar de por vida a su hijo. Finalmente, un par de buenos consejos, no consulte al santoral, y trate en lo posible de evitar no caer en contradicción con el Registro Civil y su lista de nombres peyorativos.
Las influencias de los familiares, al final de cuentas ¡nunca estarán de acuerdo con el nombre!