Los cauces de las causas
Andrés González Prieto
Lunes 17 de Febrero de 2014

A partir de la revolución intelectual del 68, la nomenclatura (así le llamó Salinas de Gortari) miró con preocupación el incremento de la libertad intelectual, buscó sus orígenes y los encontró: No era recomendable que la juventud futura tuviera acceso al conocimiento de manera tan fácil, se deberían, de ya, buscar las estrategias, estratagemas para lograr el propósito de controlar los causes de la rebeldía.

En aquellos sesentas,  qué joven de 16 a 24 no recibía algún folleto de la URSS o de la República Popular de China  (y aunque aún, el internet estaba en pañales) los jóvenes leían a Satré, Cortázar, Joyce y admiraban al Che, al Chakal, incluso a Lee H. Oswald  al igual que a Gandhi o Luther King.

Los jóvenes dejaban ya su pelo envaselinado y sus chaquetas de piel, y los cambiaban por el rebelde inglés y su tupé afeminado, pero de moda - después con Jim Morrison y el movimiento Peace and Love, lo dejaríamos largo,  tan así que las mujeres con pelo largo, parecían hombres.

 Cualquier joven hijo de cristiano te hablaba con propiedad de temas sociales de nivel mundial: la guerra de Viet-nam, la conquista de la luna, la alianza para el progreso, bahía Cochinos. Tenían conciencia de las dictaduras militares en centro y sud américa, los tupamaros y la efervescencia social que distinguía a cada uno de ellos. Algunos jóvenes pasivos, otros activos pasaban a formar parte de la guerrilla urbana y la dirección federal de Seguridad no se daba abasto llenando expedientes, mientras el monstruo de la indiferencia no abría sus ojos para ver “que el dinosaurio, estaría ahí, cuando despertara”

La consigna fue: “No matar al perro para que se acabe la rabia, sino aislarlo, para que no tenga a quien morder, y para que no sepa que tiene rabia” y se urdieron los planes a futuro:  agotar   ciencias y humanidades, el civismo, los espacios artísticos y culturales, y si estos existen, que se alejen de los centros principales en provincia, que se batalle para encontrarlos. Que hagan universidades pero tecnológicas, que hablen de catetos y términos robóticos, que aprendan inglés y florezcan los planes de estudio patitos donde enseñen a decir cuac- cuac en el idioma internacional maquilador, para despistar el sistema educativo aportará de un millón, un seleccionado que tendrá su lugar afortunado en el buen vivir como político ( caso Beltrones).

 El sistema educativo deberá cambiar sus programas para que enseñen nada y cuando nada respondan, estén graduados, titulados y contratados como maestros para que las próximas generaciones aprendan nada y así por los siglos…, Inportante destruir la liga social de los verdaderos maestros,  aquellos con verdadera vocación, como el que  protagonizó José Elías Moreno en  “ Simitrio” o Mario Moreno Cantinflas en  “El Profe” dar cabida en esa despersonalización a personal de limpieza, asistentes, secretarias en el nuevo porfesorado total que de “nada” todo mundo sabe algo.

Hay que cambiar la música que escuchan, el rock que habla de libertad, de rebeldía, cambiarlo por la pachangoza Cumbia, de caballito, pasito duranguense y dales pautas a seguir “en el infierno próximo a venir” el narcotráfico y sus apologías soñadas por los próximos adalides que dejarán la escuela (total que ni se aprende nada) en los primeros años de la secundaria.

Los que quedan se entretendrán con el innovador internet y los juegos, en su momento del Candy crush y otros   en la red y los pac –man pasaran de moda.

 La misma tecnología nos brindará el entretenimiento con modernos sistemas de comunicación entre Ipads, blogs y sistemas que rompen la comunicación humana con comunicación digital haciendo realidad y efectivas las profecías de grandes intelectos que presagiaban esta tormenta despersonalizada.

 Habrá más expendios que canchas deportivas y bibliotecas, seremos los primeros en beber y comer y el sexo tendrá también sus primeros lugares en el turismo infantil y la trata de blancas, mientras en conocimiento y aprovechamiento competiremos con países que ni aparecen en el mapa.

Dónde quedaban: El lobo Estepario, El jugador, Ulises, Rayuela, El Quijote, Los Tres Mosqueteros, los enciclopedistas? Chejov, Dowstoyesky, León Tolstoi, Homero, Platón, Darío, Martí, Paz, Saramago, Fuentes, Pacheco? Ni qué decir de Einstein, Darwin, Newton y demás. Creo que en el olvido inmediato.

 De pronto nuestros jóvenes universitarios llegaron (gracias al sistema premeditado – y con alevosía-) Sin saber leer (Bien) y sin mover los labios, cuando en silencio se hace, sin saber escribir ( Bien) y sin tener noción intelectual de los hechos históricos que los rodean, salvo los hasgstaf y los treding topics: Saben del Papa Francisco, no porque hayan leído alguna de sus obras, sino por alguna foto o mención del Facebook o en twitter.

 Ni se diga, sobre  cultura general,  hablar de Monet, Velázquez, Goya o Dalí,   Armstrong, Parker, Miles Davis, Bill Evans, Placido Domingo, Carreras o Chopin es pedir demasiado, preguntarles por efemérides es en vano, y para dar un ataque cardiovascular, preguntarles la fecha en que se descubrió américa está por demás y la respuesta   es a la inversa con una expresión de  “Dígame en qué me beneficia saber la fecha del descubrimiento de américa o cuando se pisó la luna” Y tienen razón, no sirve de nada. Como dicen en los programas de concurso en la televisión  ¡Prueba superada! La nomenclatura triunfó. El joven estudiante absorbe el conocimiento hasta el examen próximo, luego vacía el disco duro de su mente y comienza el ciclo.

Nuestra juventud no se acuerda, ni necesita de Gandhi, Luther King o la madre Teresa, primero está en saber lo más nuevo de los teléfonos celulares, galaxies, Ipods , software android., Que si Bill Gates, o Steve Job, lo  más cultural o su aproximación serán: Los Simpson.
Y el pensamiento revolucionario? Y el termómetro social que fue la juventud?  Se diluyó en el último estornudo del movimiento Somos 132, hoy caídos en fortuna en los pasadizos del sistema.

 No dudo que existan los jóvenes revolucionarios, algunos viviendo entre la tentación de volverse anarquistas o templarios,   ninguna de las dos opciones exige saber leer ni escribir (aunque los haya) o como tercera opción, tumbar gobiernos, mentar madres, ofender al presidente de la república, acusar la corrupción, querer cambiar al congreso  desde la cómoda posición de una pantalla de computadora en el valiente anonimato de los nombres ficticios.

 Ustedes dirán que presento una juventud buena para nada, ignorante, Ninis? No para nada.

No me atrevería a generalizar, va en contra de mi esperanza. Los hay que están buscando respuesta a muchas inquietudes. Que si el sistema  no les enseñó a leer o a escribir, lo están haciendo con las herramientas que la misma tecnología les brinda y brindo por ello.
Creo porque ese es mi deber de formador, en una juventud amodorrada que saldrá del marasmo en que los sistemas educativos los tienen inmersos, en esos jóvenes que se preguntan por qué?  Y se auto responden ¡Por qué no!

Algunos, sobretodo en internet, inventan términos anti-gramaticales, no sé si por incapacidad intelectual, comodidad o ignorancia. Para ellos les presento algo que se escribió en 1963, en un libro llamado Rayuela  un Argentino llamado Julio Cortázar. Es Cuanto.
 
Otro suisida
Ingrata sorpresa fue leer en «Ortográfiko» la notisia de aber fayesido en San
Luis Potosí el 1° de marso último, el teniente koronel (acendido a koronel para
retirarlo del serbisio), Adolfo Abila Sanhes. Sorpresa fue porke no teníamos
notisia de ke se ayara en kama. Por lo demás, ya ase tiempo lo teníamos
katalogado entre nuestros amigos los suisidas, i en una okasión se refirió
«Renovigo» a siertos síntomas en él obserbados. Solamente ke Abila Sanhes no
eskojió el rebólber komo el eskritor antiklerikal Giyermo Delora, ni la soga como
el esperantista fransés Eujenio Lanti.
Abila Sanhes fue un ombre meresedor de atención i de apresio. Soldado
pundonoroso onró a su institusión en la teoría i en la práktica. Tubo un alto
konsepto de la lealtad i fue asta el kampo de bataya. Ombre de kultura, enseñó
siensias a jóbenes i adultos. Pensador, eskribió bastante en periódikos i dejó
algunas obras inéditas, entre eyas «Máximas de Kuartel». Poeta, bersifikaba kon
gran fasilidad en distintos jéneros. Artista del lápis y la pluma, nos regaló barias
beses kon sus kreasiones. Linguista, era muy afekto a tradusir sus propias
produksiones al inglés, esperanto i otros idiomas.
En konkreto, Abila Sanhes fue ombre de pensamiento y aksión, de moral i de
kultura. Esto son las partidas de su aber.
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En la otra kolumna de su kuenta, ai kargadas barias, i es natural titubear antes
de lebantar el belo de su bida pribada. Pero komo no la tiene el ombre públiko i
Abila Sanhes lo fue, inkuriríamos en la falta ke antes señalamos okultando el
reberso de la medaya. En nuestro karákter de biógrafos e istoriadores debemos
romper kon los eskrúpulos.
Konosimos personalmente a Abila Sanhes aya por 1936 en Linares, N.L., i
luego en Monterei lo tratamos en su ogar, ke paresía próspero y felis. Años
después ke lo bisitamos en Samora, la impresión fue totalmente opuesta, nos
dimos kuenta de ke el ogar se derumbaba, i as¡ fue semanas más tarde, lo
abandonó la primera esposa i después se dispersaron los ijos. Posteriormente en
San Luis Potosí, enkontró a una joben bondadosa ke le tubo simpatía y aseptó
kasarse kon él: por eso kreó una segunda familia, ke abnegadamente soportó
más ke la primera i no yegó a abandonarlo.
Ké ubo primero en Abila Sanhes, el desarreglo mental o el alkoolismo? No lo
sabemos, pero ambos, kombinados, fueron la ruina de su bida y la kausa de su
muerte. Un enfermo en sus últimos años, lo abíamos desausiado sabiendo ke era
un suisida kaminando rápidamente asia su inebitable fin. El fatalismo se impone
kuando obserba uno a personas tan klaramente dirijidas asia un serkano y trájico
okaso.
El desaparesido kreía en la bida futura. Si lo konfirmó, ke aye en eya la
felisidad ke, aunke kon distintas karakterísticas, anelamos todos los umanos.

 
 

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