Desde los países más lejanos del mundo y centros de investigación donde se buscan las respuestas a la demanda de alimentos en los próximos años, han venido investigadores, científicos y técnicos para rendir homenaje a Norman Ernest Borlaug.

Aquí, en este Valle del Yaqui donde se pusieron las bases de la Revolución Verde que multiplicó los panes y calmó así el hambre de miles de millones de personas en el mundo, aquí conviven durante este semana los jóvenes investigadores inspirados por la grandeza de Borlaug.

Hoy martes 25 se realiza la ceremonia principal con la participación del secretario de Agricultura mexicano, gobernador Guillermo Padrés y el alcalde Rogelio Díaz Brown.

En los días previos, Jeannie Borlaug habló sobre su padre, dijo que él trabajó hasta el último día que pudo hacerlo con la intensidad y la pasión que solía hacerlo.

Habló Jeannie del amor de su padre por este Valle del Yaqui, de cómo poco antes de morir él le pidió como favor que sus cenizas quedaran en este lugar.

También mencionó la hija la necesidad de entender los retos de la invetigación con organismos genéticamente modificados, opción para producir los alimentos que demandarán los 9 mil millones de personas que poblarán la tierra dentro de dos décadas.

Por su parte los productortes del Yaqui hablaron de lass enseñanzas y del don de gentes que tenía este gringo que hace más de sesenta años llegó a la ciudad y se convirtió en uno más de la comunidad de productores. técnicos y funcionarios que aquí vivían.

Aprovecharon los productores para criticar el abandono del gobierno mexicano a la investigación agrícola, abandono que le está costando muy caro a la poblacion.

Todos hablaron para señalar esto y aquello, y todos coincidieron al reconocer la grandeza de Norman Borlaug como hombre de ciencia y su sencillez como la persona ordinaria que fue entre la gente de este Valle.

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Adolfo González Riande.