Cd. de México.- El sindicato United Steelworkers (USW) pidió al presidente Felipe Calderón su intervención para resolver con justicia el conflicto minero de Nacozari, Pasta de Conchos y Lázaro Cárdenas.
La USW, que representa a trabajadores de las industrias minera, petrolera, nuclear, entre otras de Estados Unidos y Canadá, asegura que exigirán al Congreso estadounidense que detenga la aprobación de cualquier ayuda económica o de seguridad para el gobierno mexicano.
Ello, advierte, hasta que el dueño de la empresa Minera México, Germán Larrea y los responsables de las muertes de los mineros de Pasta de Conchos, en Coahuila; Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Nacozari, Sonora, sean traídos a la justicia.
En la misiva, firmada por el presidente Internacional de United Steelworkers de Estados Unidos y Canadá, Leo Gerard, dada a conocer por el director del Distrito 7 de esa organización, Jim Robinson, también piden su apoyo para que cese la campaña del Grupo México contra Napoleón Gómez Urrutia y el sindicato minero.
A nombre de los 850 mil miembros de esa organización, en el documento condenaron el asesinato de Reynaldo Hernández González y los ataques contra otros 20 mineros de la sección 298 de Nacozari.
Entrevistado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), antes de regresar a su país de origen tras una visita a la minera de Cananea, Robinson acusó al Grupo México de orquestar acciones de choque para amedrentar a los trabajadores que apoyan a Gómez Urrutia.
Acompañado por una veintena de dirigentes sindicales de la USW, aseguró que en el caso de la sección 298 de Nacozari, el único dirigente reconocido es Gómez Urrutia, y así lo establece el último laudo a su favor que deja sin sustento todo lo que hizo el ahora ex dirigente Elías Morales Hernández.
Sin embargo, Robinson negó que esta organización internacional apoye económicamente a Gómez Urrutia, ya que su respaldo es sólo político.
En tanto, el primer vocal del Consejo de Justicia y Seguridad del sindicato minero, Juan Luis Zúñiga, dijo que tienen toda la disposición para sentarse a platicar con las autoridades laborales para concluir el conflicto.
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