Estudiantes del Campus Cajeme de la Universidad de Sonora manifestaron su exigencia de una solución inmediata al problema laboral que tiene paralizada a esta casa de estudios desde hace 38 días.
Los jóvenes se cubrieron la boca con cinta adhesiva para expresar simbólicamente que la suya era una manifestación de protesta y en silencio.
"Mi boca está cubierta porque mi voz no es tomada en cuenta", decían con letreros.
Tras afirmar su respeto y neutralidad ante las partes del conflicto, los estudiantes destacaron el daño que causa a su formación académica esta huelga que lleva a cabo el Sindicato de Trabajadores y Empleados (Steus) de la Unison y expresaron su preocupación ante la que podría iniciar dentro de unas semanas el sindicato académico (Staus).
Aseguraron que hay interés de algunos maestros por impartir clases extramuros, pero la solidaridad del Staus con el Steus ("sindicatos hermanos", dijeron) ha impedido esta opción que les permitiría a los alumnos no perder más clases.
En un manifiesto leído durante el plantón que realizaron en la plaza "Álvaro Obregón", reclamaron respeto para su derecho a la educación establecido en la Ley Orgánica de la Unison, derecho que se les ha negado con el cierre de los accesos a las instalaciones de la universidad.
Hicieron un llamado para que en futuros conflictos "se encuentre otra forma de negociar puntos contractuales y salariales, de manera que nuestro proceso educativo no se vea afectado".
Se expresaron dispuestos a tomar clases en verano para reponer el tiempo perdido.
"Sabemos de antemano que la solución no está en nuestras manos, sin embargo queremos que nuestra voz sea escuchada", concluyeron.