Lo que de manera inicial fue reportado como la ejecución de una persona, posteriormente fue confirmado como la muerte de un individuo que enfrentó a un número importante de agentes de la Policía Estatal Investigadora en la colonia Campestre de Pueblo Yaqui.

El hoy occiso fue identificado como Luis Arturo Beltrán Pliego (30), quien tenía su domicilio en la colonia Nueva Palmira.

Los hechos se dieron a eso de la 15:40 horas, en un domicilio ubicado por la calle Ignacio Altamirano entre Úrsulo Galván y Machi López.

El detenido es Martín Alberto Ayala Pérez , quien fue arrestado en el lugar de los hechos cuando ambos se enfrentaron a los agentes del operativo mixto.

A pesar del hermetismo de las autoridades, se sabe que el enfrentamiento se produjo poco después de que el ahora occiso y el deteniendo fueran perseguidos por los agentes, después de ser interceptados por el bulevar Emiliano Zapata, cuando ambos circulaban bordo de un sedán de color blanco con reporte de robo.

Después de varios minutos, la persecución culminó en un domicilio de la calle ante citada, cuando el fallecido al parecer sacó un arma de fuego y realizó detonaciones en contra de los agentes, estos repelieron la agresión logrando abatirlo en el porche de la vivienda, según el parte oficial.

También se dijo que el fallecido portaba dos armas de fuego, una de ellas calibre 9mm y la otra calibre 40.

Agentes manifestaron que Ayala Pérez era buscado por varios robos en el municipio y que recientemente había estado recluido en le Cereso local.

Surgen dudas

Poco después de los hechos, se suscitaron una serie de sospechas debido al intenso cerco que establecieron agentes policiales para impedir que representantes de los medios de comunicación se acercaran al lugar de los hechos.

Además el reporte oficial motiva la inquietud de saber por qué se hizo un operativo tan impresionante para detener a dos delincuentes comunes, uno de ellos sin armas.

El delincuente abatido, que presuntamente portaba dos armas, es poco probable que hubiera opuesto una resistencia férrea ante las decenas de policías que lo rodearon.

¿Realmente era necesario dispararle?