Cerca de tres millones de adolescentes mexicanos tienen problemas de alcoholismo o de abuso en el consumo de y cada vez se inician a edades mas tempranas.
"La edad de inicio de consumo de alcohol efectivamente ha ido en aumento y es alrededor de los 14 años, y en un promedio de 10 años la persona puede desarrollar síntomas de dependencia alcohólica", comentó Luis Solís Rojas, director de Prevención de Centros de Integración Juvenil (CIJ).
Esta enfermedad es un problema de salud pública, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional Para las Adicciones (Conadic), 54% de los accidentes de tránsito mortales, ocurren con el alcohol como aliado. De este porcentaje, en más de la mitad hay jóvenes de entre 16 y 30 años involucrados. El primer acercamiento por lo general ocurre en una fiesta o un "antro".
"También esos problemas internos que a veces tenemos como seres humanos, de autoestima, en fin, en esos momentos se ven libres para expresarse", dijo María Eugenia Ruvalcaba, vicepresidenta de Alcohólicos Anónimos.
Pero cuando este espejismo pasa, cuando la fiesta acaba, es cuando aparece el verdadero rostro del alcohol.
"Mi consumo se empezó a agravar, empecé a tener muchos problemas, a robar en un trabajo, a faltar a la escuela o a llevar mi anforita a la escuela, pensando que eso era parte de mi juventud, que tarde o temprano iba a pasar esa etapa de la juventud, de la depresión", manifestó un joven.
"Con el tiempo las amistades fueron cambiando, más que nada se fueron alejando porque cuando bebía me ponía agresiva y con algunos tuve problemas", expresó una joven.
De acuerdo a los especialistas, como sociedad hemos entrado en una "normalización" en el consumo de alcohol.
"Si nosotros por ejemplo, le preguntamos a los jóvenes qué consideran normal, muchos de ellos consideran normal consumir alcohol los fines de semana, incluso personas menores de 18 años", indicó Solís Rojas.
Y entre algunos factores, influye el control que algunos padres creen tener sobre el consumo de sus hijos.
"Son mitos que hacen que esa baja percepción del riesgo perdure por siglos y siglos: "mejor que aprenda a tomar aquí conmigo que en la calle, mejor que se emborrache en la casa que en la calle" y ¿cómo? No pueden estar las 24 horas con el chico", agregó Ruvalcaba.
Lo mejor es la comunicación
"Para prevenir el consumo hay que educar y estar concientes de que las adicciones existen y siempre van a existir, que las sustancias existen y van a existir, pero el que existan no quiere decir que tenga que usarlas", afirmó Raquel Soto José, psicóloga experta en adicciones.
Principalmente porque muchos adolescentes se vuelven dependientes, sin siquiera darse cuenta.
"Cada vez fue mayor mi consumo, yo obviamente no decía que era adicta, yo decía, tengo 14 años, 13 años, es mi momento de divertirme, por favor no me digan que soy alcohólica o que soy drogadicta porque están súper mal, ya cuando tenga 40 si quieren dejo de beber, pero ahorita no", concluyó una joven.
Los Centros de Integración Juvenil, el Consejo Nacional Para las Adicciones, así como organismos como alcohólicos anónimos cuentan con programas especiales para rehabilitar adolescentes que presenten esta problemática.
Además, ofrecen terapia para que los familiares de algún adolescente con esta dependencia puedan rehabilitarse también.
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