El pasado 4 de julio, se votó la Ley Secundaria en Telecomunicaciones en el Senado. Voté en contra de ella.

A pesar de los grandes avances en cuanto a beneficios para el consumidor en telefonía e internet (más competidores, mejores precios y servicios, eliminación de Larga Distancia y roaming) se mantienen privilegios para el monopolio de TV en todas sus modalidades (abierta,  cable y satelital).

Sin embargo, la Ley Telecom tal como se aprobó por mayoría, tiene grandes fallas:

• Premia al monopolio en TV satelital y por cable, al no ponerle límites para que siga creciendo y monopolizando.

• No respeta la redacción de la constitución, al definir preponderancia por sector.

• Disminuye la capacidad del órgano regulador antimonopolio (IFT)

Voté en contra de la Ley Secundaria en Telecomunicaciones por los enormes efectos negativos  que tendrá en la vida del país: la protección sin límite al monopolio de TV sin duda afectará la calidad informativa para generar opinión pública, lo que da lugar a una alianza política entre el gobierno federal, el PRI y el monopolio televisivo, con la consecuente amenaza a la democracia en México.

En una balanza entre los efectos económicos en telecomunicaciones y los efectos políticos en la vida democrática de México, en conciencia decidí votar en contra de Ley Telecom.