Entre los priistas hay convencimiento de que la reforma energética en el renglón de la expropiación y luego “ocupación temporal” de la tierra, es perjudicial para el campesinado en México.

Sin embargo, esa lucha que le correspondió enfrentar a los cenecistas no fue suficiente para salvaguardar la propiedad de los dueños de la tierra; lo reconocen.

 Al respecto la diputada chiapaneca, Arely Madrid, agrarista en su base política, develó que los priistas se inconformaron por la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto que incluía la expropiación de los terrenos para la explotación de hidrocarburo. Y que no se lo iban a dejar pasar.

Finalmente lo único que lograron fue que en vez de “expropiación” se tratara de una “ocupación temporal”, cuyo plazo se definiría en un convenio que firmarían el empresario y el campesino dueño de la tierra.

La gran desventaja que advirtió la legisladora priista es que si el campesino no está asesorado por un abogado y no cuenta con el conocimiento suficiente para negociar el convenio, el empresario extranjero lo iba a perjudicar.

Ante esto, usted, querido lector ¿cree que los campesinos están suficientemente asesorados y son tan conocedores de las leyes como para negociar un convenio que  beneficie a ambas partes? ¿Verdad que no? Ese es el riesgo que corren con la reforma, la pérdida de la tierra; sobre todo con la enajenación del ejido que ya es permitida a partir de la reforma al artículo 27 constitucional.

Cruz reparte libros de la ley agraria a los campesinos

No es extraño en este contexto que ante la incapacidad para defender al sector campesino, el actual procurador agrario, Cruz López, ex presidente de la Confederación Nacional Campesina, brazo agrario del PRI; en los últimos días se haya dedicado a repartir libros de la ley agraria entre el sector. Esto para que estudien la ley y puedan defenderse jurídicamente para lo que viene.


La ley de explotación de minas perjudica a los pobladores

Asimismo, el diputado del PRI, Rodimiro Barrera Estrada, de Michoacán, consideró que la ley para expropiar terrenos perjudica obviamente a los campesinos; lo mismo que la ley para la explotación de minas que actualmente considera concesiones por 50 años.

Ya que al cabo de este lapso, la tierra queda inerte para sembrar o para cualquier actividad primaria, que es lo que conocen los propietarios de la tierra.

De ahí que dentro de la bancada priista se había propuesto disminuir a la mitad el tiempo de la concesión; que fueran los propietarios de la tierra los primeros en ser considerados para la explotación de las minas, y que se los concesionarios les pagaran una renta mayor, además de ganancias por el usufructo de las minas.

Sin embargo el fondo de las reformas “estructurales” no es el desarrollo de México y su gente, sino la obtención fácil de recursos por parte del presidente Peña Nieto y su equipo, establecieron los priistas.


Sólo el PRI puede salvarnos del PRI

En este marco, una cosa es de resaltarse, solo el PRI puede salvarnos del PRI.

Es de considerarse que las únicas modificaciones realizadas a las propuestas de reforma del Ejecutivo han sido exigidas por priistas.

Ya que las largas jornadas de debate legislativo, mítines, protestas y manifestaciones de la izquierda, no han valido de nada para alterar los designios del ejecutivo.