CD. DE MÉXICO.- Los datos de la Cámara de Diputados indica que cada representante popular percibe 74 mil pesos de “dieta mensual”, es decir de sueldo; 45 mil 786 pesos por “asistencia legislativa” y 28 mil 772 pesos para “atención ciudadana”.
En total, cada Diputado federal gana mensualmente 148 mil 558 pesos libres de impuestos. Es decir, cuatro mil 952 pesos diarios, cifra muy lejana a los 67 pesos con 29 centavos que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) acordó como salario mínimo vigente en el Distrito Federal.
Esto significa que cada legislador gana diariamente el equivalente a 74 veces el salario mínimo.
El salario no distingue: es lo mismo para los que ganaron con el voto de los mexicanos (uninominales) o aquellos que llegaron porque su partido los designó directamente.
Para especialistas en la materia, si bien es cierto que el representante popular tiene a su cargo la importante encomienda de hacer leyes, ser contraparte del Poder Ejecutivo y asignar los recursos públicos de la Nación, tareas que por sí mismas requieren una remuneración acorde a sus labores, también existe el problema de que el 60 por ciento de los representados vive en pobreza o pobreza extrema.
“Sí hay una diferencia importante respecto a lo que gana la gente en general con lo que gana un representante popular o un servidor público en general, porque me parece que es un problema que abarca también a los servidores públicos. Es un parte de un problema más grande en el país, que es la desigualdad”, afirmó Guillermo Ávila Resendiz, investigador del Proyecto Ciudadanía y Parlamento Abierto de Fundar, en entrevista para Sin Embargo.
Pero no sólo es el tema de la creciente desigualdad social, también existe la nula transparencia y rendición de cuentas de los recursos públicos que se entregan a los legisladores. En medio de la insatisfacción por la escasa transparencia, cada cierto tiempo surgen escándalos sobre el derroche de recursos públicos, corrupción, tráfico de influencias o la entrega de “bonos” multimillonarios como pago a los legisladores por realizar su labor legislativa.
“Suena desproporcionado el sueldo y las dietas que tienen. También porque los legisladores comunican poco los resultados que tienen y se sabe mucho menos sobre cómo utilizan los recursos, eso es una deuda con la ciudadanía desde siempre. La situación política y el enriquecimiento gracia a la democracia ya no puede tener más atraso en esta parte de la rendición de cuentas y transparencia del uso de recursos en los legisladores, no solo a nivel federal sino a nivel local”, indicó María del Carmen Nava Polina, directora general de Visión Legislativa.
Mientras que se discute en foros públicos, cada vez con mayor fuerza, la urgente necesidad de incrementar los salarios mínimos en el país, por otro lado crecen los escándalos de opulencia entre la calase política, legislativa y sindical.
Hace dos semanas, el Diputado Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Movimiento Ciudadano (MC), denunció que los grupos parlamentarios había recibido subvenciones especiales por varios millones de pesos, sin que existiera necesidad de incrementar los recursos a las bancadas. Además, el hecho de que la entrega de esos recursos coincidiera con la aprobación de las reformas estructurales movía a la sospecha de que era un “bono” por aprobar las enmiendas que más le interesaban al Presidente Enrique Peña Nieto.
Si los 148 mil 558 pesos de dieta y apoyos legislativos se multiplica por los 500 diputados federales, tendremos que cada mes los mexicanos pagan 74 millones 279 mil pesos sólo en salarios y apoyos. O lo que es lo mismo, 891 millones 348 mil pesos al año.
Link a nota completa:
http://www.sinembargo.mx/19-08-2014/1091278