Árboles quemados, algunos que debieron ser talados casi de manera total, deterioro de la capa de asfalto o baches, además de acumulamientos de tierrra y escombro, son el resultado de las actividades de pavimentación que realiza el Gobierno del Estado en varias calles de la ciudad.

Lo que en un principio fue promovido como un logro estatal por la cuantiosa inversión para adquirir esta maquinaria, hoy es un golpe a la naturaleza debido precisamente a los malos cálculos que se hizo en la introducción de dicjha maquinaria a la que se aplica un nombre sugestivo: Dragones.

Levantan la carpeta asfáltica dañada, apisonan y enseguida van dejando caer el asfalto o pavimento, en un tiempo tan reducido que parece ser una opción atractiva para los progrmamas oficiales de pavimentación.

Sin embargo el proceso para preparar el pavimento debe realizarse a altas temperaturas, las que han provocado que se quemen las hojas de los árboles por donde pasa la maquinaria.

Y el resultado está a la vista en calles como la Coahuila, entre 200 y Jesús García, donde la hjilera de árboles quemados evidencian la irresponsabilidad de realizar obras solo por realizarlas sin el menor cuidado posible.

A distancia el color de los árboles parece configurar una postal otoñal, con hojas de color ocre, pero ya cerca de ellos se pueden ver el efecto real, hojas "chamuscadas", secas.

Para algunos vecinos y vecinas esto no es un daño menor, sino la destrucción de árboles que han cultivado durante varios años y ahora los ven semidestruidos por el calor de los "dragones" y por la irresponsabilidad de quienes tienen a su cargo este programa de pavimentación.

Aunado a lo anterior están los baches o agrietamientos que han surgido en áreas que este año fueron pavimentadas por la misma maquinaria, así como acumulamientos de tierra y escombro que se dejan tirados sin que nadie pase a recogerlos.