La tradición futbolera en el Ciano ha dejado innumerables anécdotas, siempre ha existido una inusitada competitividad en lo que a materia deportiva se trate. En este sentido se recuerda con agrado a jugadores habilidosos y caracoleros como Joel a quien cariñosamente le apodaban “El Cooley”, mote que desconozco el origen, pero que todo mundo recuerda con orgullo.
Y fue así como nuestro personaje, quien se desempeñaba como ayudante en el programa de cártamo, nos comenta, que en cierta ocasión, cuando el INIA tenía recursos para hacer juegos nacionales en las paradisíacas instalaciones del centro vacacional “Oaxtepec” del IMSS, en Morelos, el equipo representativo del Ciano, llegó a una semifinal.
La situación que se plantea, palabras más o palabras menos, se trataba de cómo en los últimos minutos del juego, el Ciano se ve favorecido con un tiro penal, esto es un tiro de castigo a 11 metros, para aquellos que no saben nada de este deporte, debo aclarar que es una jugada donde el portero está prácticamente a merced del jugador que realizará el tiro de castigo.
Y como siempre pasa, cuando el árbitro decreta la pena máxima, generalmente todos los jugadores se miran entre si, como queriendo echarse la responsabilidad unos con otros.
Cuenta nuestro amigo “El Cooley”, como ante la indecisión de sus coequiperos, y notando que el equipo contrario había cambiado repentinamente de portero por no se sabe qué razones, él decide sabiamente tomar la pelota llevarla al manchan de penalti y prepararse a dar la patada.
Si se trata de un portero suplente, que no alcanzó a calentar, pues ya lo tengo y le tiro duro por el centro, y con cualquier movimiento que haga hacia los postes, pues¡anoto y adiós!, pensó “El Cooley”.
Como si se tratase de una película en cámara lenta, nuestro personaje rehace la acción para nosotros.
“Me encarreré, golpeé el balón fuertemente por el centro de la porterìua,de mi pie derecho salió un verdadero obús, la pelota avanzó vertiginosamente hacia el porterito, que según cuentan, se cubrió la cara con los antebrazos, el balazo de Joel fue directamente hacia el porterito ¡que no se movió y que los antebrazos en cruz, fueron un escudo perfecto donde estrelló la pelota!.El porterito cerró los ojos y sólo sintió la metralla en sus antebrazos, para desviar el penal y dar el triunfo a su equipo-.
Joel cuenta:¡no podìa creerlo, había hecho la jugada lógica, y el porterito hizo la ilógica, nunca se venció a ningún poste y mi tiro fue directo hacia él.
Como siempre pasa en todos los viajes, cuenta la raza, como en todo el camino de regreso a Cd. Obregón, no faltó quien criticara al “Cooley” su errático penal.
Cabe señalar que pasado el tiempo, el Ciado volvió a esas competencias nacionales y logró ser campeón en dos ocasiones.
PIE DE FOTO:
En el orden de costumbre, de izquierda a derecha en la fila de parados, aparecen en este gráfica de 1977: Javier Soria; Armando "El Pescado" Baldenegro; Conrado Lepe; un directivo institucional que nunca falta, Ramiro Lepe, Antonio "Capulina" Celio y Pedro Espinosa.
En la fila de abajo: Rigoberto Lepe; Roberto Sifuentes "El meño"; César "Caluli" García, (nótese el estilo del corte de cabello); Juanito Espinosa; Joel "Cooley" Morales (quien generosamente contó la anécdota y prestó la foto),Sergio Zúñiga y Octavio "El Tavo" García. La foto corresponde a un Campeonato nacional que el INIA organizó en Oaxtepec, Morelos. Como dato adicional, debe decirse, que en la foto aparecen tres pares de hermanos, lo cual constituye toda una curiosidad. ¡Ni la Naranja Mecánica los tuvo!
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