CD. DE MÉXICO.- En el tema de la contaminación de los ríos Bacanuchi y Sonora, “en lo que estamos ahora es en la negligencia de las empresas para cumplir la ley, simplemente si cumplieran con las leyes que hay respecto al medio ambiente, a la no contaminación del agua, a la salud, a las alertas a la población, no tendríamos estos problemas”, enfatizó Iván Restrepo, director del Centro de ecología y desarrollo.
En entrevista para Aristegui CNN, dijo que “lo que ha ocurrido en el río Bacanichui, que es afluente del Río Sonora, es realmente para que se le paren a uno los pelos de punta porque no solo hubo negligencia de la Minera México sino que además le mintió a la gente, la gente se enteró del derrame porque veía como venía el agua amarillenta y el olor”.
En un principio el problema se atribuyó a que “había llovido atípicamente, por otro lado tenemos la decidía y lentitud de las instituciones para intervenir y la forma tan errática como lo hacen”.
Restrepo dio el ejemplo del delegado de la Profepa, quien dijo, cuándo se sabía que había el derrame, “que todo estaba bajo control y que no había ningún peligro pero eso sí que se cuidaran de bañarse en el río o de tomar agua porque les podía hacer mal, si todo está bajo control, y no hace daño ¿cómo le advierte a la población esto?, además él declarando esto y las autoridades estatales en silencio… demuestra falta de coordinación entre las instancias oficiales”.
Hay que recordar que Sonora es el estado “con mayor actividad minera del país, 30 por ciento de todo el mineral que se explota en el país es en Sonora, y no es la primera vez que la gente se queja de problemas ambientales derivados de la minería en el estado”.
“Es un caso que sirve de ejemplo para que no se vuelva a repetir nunca más, el problema es que en México siempre se vuelven a repetir las cosas graves, las tragedias. Hay que revisar bien y determinar que le corresponde a las instancias privadas y qué a las públicas”, indicó el especialista.
Recordó que “inicialmente las autoridades estuvieron como siempre, dormiditas, esperando ver qué pasaba, cuando el problema fue ya imposible de ocultar o de minimizar, cuando le dio la vuelta al mundo la noticia, actuaron”.
Sin embargo “han actuado descoordinadamente, cada quien como que trata, en las instancias locales, federales y estatales de lavarse las manos y decir este problema no es mío”.
Lo que hay que reconocer, indicó Restrepo, es “que han informado sobre los efectos que se están provocando. Otra cosa interesante, es la respuesta que hubo para que la gente tuviera agua, básica en un estado como Sonora, eran 90 o 100 pipas. Ya en los últimos días hay mayor coordinación, si esto hubiera ocurrido en una etapa de supervisión previa, se hubiera evitado el problema”.
Lo más “patético” es el tema de las escuelas, “no han podido iniciar su ciclo escolar porque en las escuelas no pueden garantizar que el agua la puedan tomar los niños”.
“Yo no creo que haya agua potable en esos municipios en las escuelas, si la hay que bueno pero si no la hay es doblemente grave, porque eso quiere decir que los sistemas de salud y los sistemas que regulan y garantizan el agua potable en las escuelas están funcionando pesimamente”, acusó.
Además dijo que “los datos que tienen que ver con salud no reflejan la realidad porque las estadísticas epidemiológicas, especialmente por contaminación, no se llevan a cabo adecuadamente, porque la contaminación muchas veces no afecta la salud inmediatamente”.
“No es un ataque contra la minería, ni contra la iniciativa privada, es defensa de la Constitución que habla del derecho a la salud y a un ambiente sano”, finalizó Restrepo.