Tristeza, impotencia y desesperación reflejaban los rostros de varias familias de la colonia Lindavista que fueron sacadas de sus casas, con todo y muebles, por elementos de la Policía Estatal Investigadora.
Estos se limitaron a excusarse diciendo que no era por iniciativa propia sino que solo estaban cumpliendo la orden de un juez civil.
Pero este argumento en nada sirvió a la gente que con sus niños, algunos bebés de brazos, se quedaron a la intemperie y sin saber a dónde ir.
"¿Por qué", preguntaba una señora, "si hay tantos delincuentes, secuestradores y asesinos que andan sueltos, por qué a nosotros?".