"Gracias a la UGOCP y a la Revolución Cubana, hoy orgullosamente podemos decir que somos médicos", afirma Thania Alyte Ruiz Quijada.
Ella, junto con Michelle Esthela Gámez Ruiz, Ana Laura Silva Beltrán, Emigdio López Duarte y Luis Eduardo Rubio García, egresaron hace unos días de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), de Cuba, donde les inculcaron el principio hipocrático de que "lo primero es no hacer daño”.
Son jóvenes cajemenses que hace seis años recibieron la distinción de ser becados, por gestiones de la Unión General Obrero, Campesina y Popular, para cursar sus estudios en la escuela de medicina que ha recibido elogios incluso de la Organización de las Naciones Unidas.
En conferencia de prensa, acompañados del profesor Miguel Ángel Castro Cosío, Secretario General de la UGOCP en el país, los médicos externaron su felicidad por haber culminado con éxito sus estudios sin que a sus padres les haya costado una carrera tan cara como la medicina.
Silva Beltrán, reconocida por la Federación Estudiantil Universitaria por sus niveles de aprovechamiento, liderazgo y conocimiento cultural, expone que para ella haber estudiado medicina en Cuba fue una gran experiencia de vida.
La ELAM tiene un prestigio internacional enorme, sostiene, pero se distingue sobre todo porque no solamente forma los médicos necesarios para Cuba sino para muchos otros países del mundo.
De hecho, dice, en la isla se han formado unos 38 mil 920 profesionales de la salud de 121 países de América Latina, África y Asia, particularmente en la ELAM, fundada en 1999.
Además de los médicos que cursaron sus estudios en la ELAM, con cerca de 10 mil graduados cada año, afirma, Cuba contribuye a la formación de 29 mil 580 estudiantes de medicina en 10 países del mundo.
Pero, sobre todo, asegura, lo más impactante es la calidad educativa, orientada a trabajar para las personas que más lo necesitan, en las comunidades carentes de servicios de salud.
Por ejemplo, sostiene, el Valle del Yaqui requiere de una gran cantidad de neumólogos, debido a las altas concentraciones de contaminación por la quema de paja de trigo.
Para Ruiz Quijada, la medicina es de las profesiones más nobles, pues permite estar más cerca de la gente necesitada.
Además, permite abrir puertas para darle salud, física o emocional, a quienes más lo requieren, ya que la formación adquirida en la ELAM tiene como base un gran humanismo, sostiene.
Gracias a la UGOCP y la Revolución Cubana, enfatiza, pudieron estudiar y podrán marcar la diferencia en la atención a las zonas más inaccesibles, sin barreras políticas, religiosas o ideológicas.
López Duarte manifiesta que nunca terminará de agradecer el apoyo de la UGOCP para acudir a la ELAM durante seis años y formarse como médico.
Pero destaca también el esfuerzo de sus padres por ayudarles económica y moralmente durante los seis años que estuvieron en la isla.