Cosas Veredes Sancho que non crederes
Gonzalo A. Andrews
Lunes 27 de Octubre de 2014

Gonzalo A. Andrews

“Cosas verás, Sancho que no creerás”, frase atribuible a Cervantes en su inmortala Don Quijote de la Mancha.

Hay una seria preocupación, y les concedo la razón (aunque, quién soy yo para conceder) en las organizaciones religiosas, principalmente la católica, por el continuo avance de los criterios liberales en la vida social de sus seguidores.

El aborto (inducido o interrupción voluntaria del embarazo) es ya una prueba judicial superada y si bien no ha sido aprobada por la totalidad de los congresos (13 y D.F. a favor, 18 en contra), es una práctica ya común en la sociedad mexicana, principalmente en el D.F. (la Sodoma y Gomorra para efectos religiosos) bajo la argumentación no solo que se exponía la vida de la mujer, contra la otra opinión (ajena) que se cometía un asesinato al interrumpir una vida. 

Gracias, para algunos, a los tratados internacionales que han influido, presionado, o intervenido determinantemente para la inclinación de la balanza  en favor de la despenalización hasta las semanas establecidas por la ley (doce semanas de embarazo en el D.F.). Un total de 52 484 interrupciones voluntarias de embarazo de 2007 a 2011 se han realizado en la capital de la república. Las opiniones a favor y en contra han sido expuestas en manifestaciones, desplegados, panfletos, entrevistas, y las leyes violadas según convenga a los intereses que se defienden.

Pero otro golpe bajo, no contemplado, aunque si esperado para todas las organizaciones religiosas y sectores conservadores de la sociedad es el casamiento de las parejas con preferencias sexuales diferentes a las tradicionales, es decir de hombre con mujer  desde el punto de vista religioso, con fines de reproducción y conservación de la especie.

De por sí ya el hecho de la existencia gay en sus diferentes y múltiples expresiones era ya un evidente “patatús” a los tradicionalistas; los “desclossetados” brotaban en todas partes, en lo político, artístico ni se diga, deportivo, social, ¡Uff el fin del mundo se acerca!! ¡Apocalipsis time!

¿Hasta dónde iremos a parar? Es la pregunta que se hace mucha gente decente. Ya 2 estados y un distrito tienen legislatura al respecto. D.F. (2010) Quintana Roo (2011) Coahuila (Sep- 2014)En el D.F  se han realizado ya 6000 uniones entre este sector LGBT. ¿Cuál estado es el que sigue? Baja California Sur ha perdido un amparo colectivo de 18 personas (14 mujeres y 4 hombres) los cuales deberán de respetárseles sus derechos de contraer matrimonio (esta es la palabra en disputa) o contrato civil de convivencia. Una pareja ya en nuestro estado ganó un amparo contra el registro civil del poblado de Luis B. Sánchez y deberán ser reconocidos sus derechos civiles. Ya que en la reciente modificación de la constitución política de los Estados Unidos Mexicano en materia de derechos humanos dice el artículo 1° Constitucional que “nadie puede  ser objeto de discriminación por su orientación sexual”. ¡Caray son entonces previsibles las consecuencias!

Sería interesante entrevistar a nuestros diputados locales, si sus principios morales aceptarán la consigna de aprobar una ley, que a todas luces indica, será aprobada.

Aquí lo importante estimado lector es su punto de vista. ¡Sí el de usted! No rechace la oportunidad de decirse a sí mismo  si está de acuerdo o en contra de los derechos de este sector social, de contraer matrimonio o reconocimiento civil. Sí,  le comento  que ejerza su derecho solo de pensar para sí mismo, para consumo interno, porque no se le tomará en cuenta su opinión para efectos legislativos, ni habrá consultas ciudadanas y si las hay,   serán al modo  para “taparle  el ojo al macho” o llenar las formalidades técnicas. Vendrá la orden de “Arriba” y al igual que las reformas: hacendaria,   energética,   laboral y otras, se aprobarán en lo obscurito, a minutos de que alguien ejerza su derecho de expresar su punto de vista negativo y amanecerá conque en Sonora ya los Gays   pueden casarse o ser reconocido su estatus social.

Después de todo se preguntará, si estoy en favor o en contra o todo lo contrario? y le confieso  que en lo personal estoy muy a gusto con mi matrimonio heterosexual, sin que esto signifique estar en contra de lo que diga o vaya a decir la ley. Yo confió en nuestros legisladores a nivel estatal y federal ¿y usted?

 
 

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