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Reportan daños en acuacultura
Maricela Núñez Miércoles 12 de Septiembre de 2007

Una vez que el personal técnico del Comité de Sanidad Acuícola de Sonora ha podido ingresar a las granjas camaronícolas de la región sur, han detectado la gravedad de los daños ocasionados por el huracán Henriette en la infraestructura de las mismas, laboratorios de producción de postlarva, granjas ostrícolas, caminos de acceso y escolleras.

Miguel Humberto Olea Ruiz, detalló que sufrieron daños considerables los canales de llamada y drenes de los parques acuícolas Siari, Tóbari, Atanasia y Mélagos, algunos de los cuales han provocado la recirculación del agua, por lo que los productores hacen reparaciones emergentes para evitar problemas sanitarios.

Al afectarse palapas y almacenes se registra pérdida de importantes cantidades de alimento balanceado, y la producción de 15 estanques, de los cuales, 7 corresponden a la Junta Local del Tóbari y 8 a La Atanasia.

Tales estanques corresponden a las granjas San Bernabé, Banámichi, Los Pinos, Daniel Ley Zazueta, Capacidad Agraria, Antonio Medina Jaques, Rafael Buelna y Acuacultura Biotecnológica.

Mientras que los laboratorios de producción de postlarva, Camarón Dorado, Larvas Génesis y Acualarvas están dañados por el desprendimiento de estructuras que forman los invernaderos larvarios, áreas de maduración, cuartos de máquinas, entre otros, en una época en la cual se disponían a iniciar preparativos para el próximo ciclo productivo.

El presidente del COSAES, abundó que las escolleras presentan serias afectaciones, principalmente en espigones del lado sur por hacer recibido el embate de las olas, variando su daño desde 15 hasta 40 por ciento de la construcción.

En el caso de la escollera del Tóbari, los espigones norte y sur fueron arrastrados 30 y 50 metros respectivamente en su extremo final, el resto de la estructura sufrió derrumbamiento de piedra hacia los costados, mientras que el canal de llamada que conecta a la misma escollera quedó totalmente azolvado en los primeros 100 metros.

La escollera de Lobos resultó muy afectada en el bordo sur, observándose 60 metros bajo el agua y la parte anterior deformada por el arrastre de materiales, así como la reducción considerable de la altitud del bordo.