Precandidato a la espera de lo que las cúpulas de su partido decidan para el 2015, el legislador por el PRI defiende su propuesta para reformar la ley orgánica del alma mater de los cajemenses y afirma con vehemencia que lo hace porque como cualquier cajemense se preocupa por el Itson, institución de la que fue maestro en la década de los ochentas.
"No le busquen fantasmas a la iniciativa porque no las tiene", asegura Abel Murrieta Gutiérrez, a quien un grupo de académicos lo señalan como "punto de lanza" de un grupo político local que pretende apoderarse del mando de la institución educativa emblemática del Sur de Sonora.
“No es personal ni se trata de una convicción electoral, no busco votos”, responde sobre el cuestionamiento -mediante desplegado-que las autoridades del ITSON hicieron hacia su propuesta para reformar la Ley Orgánica de la institución.
De lo que se trata, argumenta el legislador local, es que las diferentes entidades de gobierno entreguen al Itson lo que le corresponde por derecho y no esté al vaivén de los cambios políticos, tal como ocurre actualmente.
El diputado priista ejemplifica que para este 2014, el gobierno estatal debió de aportar 375 millones de pesos, como parte del 50% que le corresponde para el financiamiento de la institución, pero solamente presupuestó 225 millones.
“No tengo ningún interés personal ni político para presentar esta iniciativa de reforma, ni tampoco quiero provocar una confrontación, lo que busco es que al Itson le llegue más recursos y no se le retengan cada vez más”, reitera.
La iniciativa, añade, es para que el Itson tenga una serie de beneficios como ya ocurre con otras instituciones educativas como la Universidad de Sonora, que en su nueva Ley Orgánica establece un fondo de becas a la excelencia a cargo del erario estatal y no de la institución como pasa en el Itson.
Otro de los puntos es que los ingresos propios que obtiene el Itson vía sorteos y cuotas no formen parte de la aportación al que están obligadas las autoridades estatales, tal como sucede en los últimos años y que merma las finanzas de la institución.
“Quién se puede oponer a este tipo de medidas que favorecen a los estudiantes y a quienes me gustaría que se les informara de qué se trata la iniciativa antes de que hubiera una negativa de parte de la institución”, remarcó el abogado.