La posibilidad de que el gasoducto se desvíe hacia el Municipio de Rosario para no pasar por Cajeme es un riesgo que crece a medida que pasan los días, afirmó un empresario local que pidió no ser identificado.
Si el Gobierno del Estado y las autoridades yaquis no llegan a un acuerdo sobre la liberación de los dos indígenas recluidos en el Cereso de Hermosillo, Mario Luna y Fernando Gutiérrez, dicha posibilidad será un hecho real, señaló.
Hace unos días representantes de autoridades yaquis anunciaron que en caso de no ser liberados Luna y Gutiérrez ellos no permitirán que el gasoducto pase por los pueblos de la etnia.
La empresa constructora del gasoducto, añadió el informante, es un consorcio de clase mundial y sus procesos son planeados con rigor no solo en lo que a inversión se refiere sino también a los tiempos para llevarse a cabo.
Por eso la empresa constructora no podría esperar muchas semanas y optaría por desviar el gasoducto tal vez hacia el Municipio de Rosario para de allí bajarlo hacia el de Navojoa, señaló.
Eso, dijo, sería terrible para Cajeme pues se cancelarían planes de inversión basados en el abastecimiento de gas barato y dejaría a nuestro municipio sin valor competitivo comparado con otros municipios vecinos.