Con el paso de los años cambia el rostro de la ciudad como cambian los rostros de sus habitantes.
Una calle, el rincón de un barrio, un callejón, aquella esquina... todo se va transformando lentamente para dar paso a nuevos tiempos.
Así ha desaparecido la esquina de las calles Sonora y No Reelección, en pleno centro de la ciudad, donde estuvo El Blanco y Negro, la tienda de ropa de don José Aguilera, un inmigrante español que dejó su tierra ensangrentada por la Guerra Civil, allá en 1939, y vino a Cajeme donde hizo la vida como comerciante.
Después de andar por los caminos y pueblos del valle cargando su bulto de ropa para vender, se estableció en la ciudad y pronto adquirió esta esquina donde construyó El Blanco y Negro.
Más de medio siglo estuvo allí el negocio, y cuando otras tiendas alrededor transformaban su fachada, El Blanco y Negro siguió igual hasta el año pasado, cuando murió su propietario.
Hoy el viejo edificio ha sido derrumbado para dar paso a uno nuevo, y se va así una imagen citadina que nos acompañó durante tanto tiempo.