Ese míércoles 26 se cumple el plazo para que la Comisión Nacional del Agua establezca una postura definitiva sobre el acueducto Indepedencia, si considera que la obra cumple o no con las disposiciones legales de la materia.

No hábrá, según los opostores al acueducto, una prórroga más para cumplir con las disposiciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Los opositores, agrupados en el Movimiento Ciudadano por el Agua, esperan que el gobierno federal a través de la Conagua ordene el cierre del acueducto, pero sus expectativas podrían diluirse ante los intereses que el gobierno de Enrique Peña Nieto se jugaría con una decisión de este tipo.

Ordenar el cierre del acueucto Independencia significaría un golpe de carambola contra uno de los más grandes proyectos del sexenio: el acueducto Monterrey VI que construye el gobierno federal para llevar agua desde Pánuco, Veracruz, hasta la capital de Nuevo León.

Hay muchos factores en juego que dañarían al megaproyecto hidráulico de Peña Nieto si se ordena el cierre del proyecto que impulsa el gobernador Padrés.

Uno y otro enfrentan una férrea oposición, sólo que en Sonora esta postura la acaparan grupos económicos y políticos identificados con el PRI, incluyendo a líderes indígenas también identificados con este partido, mientras que los opositores al Monterrey VI son de manera predominante grupos ecologistas y científicos, sin excluir a algunos panistas. 

Una decisión favorable para los opositores al Independencia, tendría que ser replicada en los que cuestionan el Monterrey VI.

Además las razones que se esgrimen contra este acueductoson de más peso, habida cuenta que sus dimensiones son proporcionalmente mucho más grandes que las del Independencia.

Mientras que la obra del Sonora SÍ tiene una longitud de 145 kilómetros y un costo inicial previsto de 4 mil millones de pesos (mdp), "el tubo" del gobierno federal medirá 400 kilómetros y costará alrededor de 47 mil millones mdp. Es decir, es mucho más caro proporcionalmente cada kilómetro del Monterey VI,  y sería pagado por la Federación, a través de Conagua, y el estado de Nuevo León. Se pagarían cada mes 124.9 millones de pesos hasta el año 2041.

Si el Independencia enfrenta cuestionamientos técnicos y de sostenibilidad, no son menores los que enfrenta el Monterrey VI, que ha sido calificado por sus opositores como innecesario ya que de acuerdo a estudios técnicos el suministro de agua potable en la capital neolonesa no está en fase crítica ni lo estará en los próximos 17 años.

Se señala además que en los próximos 30 años Monterrey necesitaría alrededor de 2 millones de metros cúbicos por año y no los 6 millones de metros cúbicos que trasvasaría el acueducto.
Incluso hay voces que se oponen a la obra cuestionando aspectos económicos y sospechando que el excedente de agua podría utilizarse en la extracción del gas Shale

Y por si no fueran suficientes estos factores en contra de la obra, hay uno más y es de orden político: La construcción estará a cargo de varias empresas, y la más importante de ellas es el Grupo Higa, sí, el mismo que construyó la "casa blanca" del escándalo que envuelve hoy a la pareja presidencial.

Con estas circunstancias que gravitan alreddor del acueducto Monterrey VI, será interesante saber qué efectos podría tener sobre dicha obra una suspensión definitva del acueducto Independencia.