CD. DE MÉXICO.– Las imágenes son estremecedoras: un hombre se incendia a sí mismo con la ayuda de sus compañeros frente al Palacio Legislativo de Tuxla Gutierrez, Chiapas, para exigir la liberación del activista Florentino Gómez Girón. Durante medio minuto que parece eterno se convierte en una antorcha humana hasta que sus compañeros logran tumbarlo y apagarlo con arena.
Se trata de Agustín Gómez Pérez, un joven campesino y sobrino del dirigente rural. Él y otro grupo de militantes, pertenecientes al Frente Ricardo Flores Magón inspirado en las ideas anarquistas del revolucionario mexicano, mantienen una protesta frente al Congreso desde el 10 de noviembre.
El 27 del mismo mes se cosieron los labios en señal de protesta. Otros cinco hicieron huelga de hambre. El dos de diciembre se crucificaron. Reivindican la excarcelación de Florentino, preso desde el pasado mayo acusado de robar ganado.
Los inconformes denuncian que hay una “indiferencia gubernamental”, sumada al hostigamiento policiaco y la amenaza de desalojarlos con la fuerza pública. El Frente Ricardo Flores Magón asegura que Florentino Gómez es inocente y su detención es un acto de represalia por la participación de la organización en diversas manifestaciones en el estado que gobierna Manuel Velasco Coello.
Los Paramédicos lo trasladaron al hospital agónico. Su estado fue reportado como grave. Los manifestantes continúan protestando fuera del Congreso.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Ceneval), del 2012, en Chiapas existe un rezago educativo del 33.5 por ciento; carencia de acceso a la salud de un 24.9 y carencia de seguridad social de un 83.3.