CARTAS CIUDADANAS (31)  (Entre la utopía y la ingenuidad)

Estimado(a) Candidato(a):

Las próximas elecciones, las del 2015, serán las más decepcionantes de la historia contemporánea para el Sistema Político de México (whatever that actually means). No tengo duda que serán cuestionadas, desairadas y muy criticadas por la ciudadanía. 

Los ciudadanos tendremos a nuestro alcance un instrumento más, quizá no el más efectivo pero sí el más simbólico para el Sistema, para expresar nuestro enojo y decepción respecto a la política y gobierno nacionales.

Respecto al Sistema ¿te cuento una anécdota de Don Jesús Reyes Heroles, el cultísimo Abogado Constitucionalista que fuera Secretario de Gobernación? Es muy conocida esta anécdota y refleja bien la altura intelectual y gran capacidad política de este personaje, veracruzano de cepa, que con malicia oportuna gustaba repetir las más pícaras coplas jarochas. Y te aclaro que D. Jesús era nativo de Tuxpan.

No puedo retener esta anécdota por su contenido profundo, cáustico, que muy bien puede aplicarse a nuestra actualidad política. Cuando menos, si la reflexionamos, podemos derivar algún aprendizaje.

¿Sabes, Candidato(a), que al analizar estos capítulos que parecen repetirse en el tiempo me convenzo que es válida la teoría que sostiene que la historia se basa en el Dêja Vú?

Solo te digo que si supiéramos un poco más de nuestra historia, no repetiríamos muchos costosos errores. Yo creo que nuestro país es muy pobre por los costos que ha debido pagar por esos errores reiterados a lo largo de sus más de 200 años de vida independiente.  Por cierto… ¿vida independiente? 

Va la anécdota en breve cápsula: En su calidad de Secretario de Gobernación, Don Jesús Reyes Heroles visitó los EUA y luego de una entrevista de alto nivel con funcionarios del área de Seguridad de ese país, fue sometido a una larga e intensa entrevista de prensa.

Don Jesús contestaba con cortesía a los insistentes representantes de los principales periódicos norteamericanos. Por supuesto, evadía con sus respuestas los asuntos espinosos que le cuestionaban los reporteros. Y no necesito decir que en este deporte de la esgrima verbal nuestro personaje era Gran Maestro.

Cuando estaba por concluir la sesión con la prensa, un periodista, pasándose de listo, le preguntó: Secretario: ¿y las Reformas estructurales que mucho ha anunciado y prometido su Gobierno?

Retomando lo que Giuseppe Tomasi di Lampedusa ofreció en su célebre novela El Gatopardo, Reyes Heroles le contestó con elegante desenvoltura intelectual  ¨Me parece que usted no conoce la historia de México y a los mexicanos. En México sufrimos de la inevitable tentación de jugar al Gatopardo, o lo que es lo mismo, aplicar reformas y transformaciones que “todo lo cambian, para que todo siga siendo igual”. (!)

Sobre esta respuesta, no hago comentarios.  Dejo la anécdota tan sabrosa para que otros la interpreten y comenten en los Mentideros de Café. ¡Ups! perdón: en las Mesas de Café.

Faltan 7 meses para las elecciones y ya mucha gente se pregunta sobre las estrategias convenientes para evitar las Campañas políticas de altísimo costo que procuran el voto ciudadano. Es innecesario que lo repita pero por convicción y conveniencia ciudadanas, lo he de repetir: Tenemos en México los votos más caros del mundo.

Para justificar mi comentario anterior, te invito Candidato(a) a que hagas un ejercicio aritmético muy simple: divide el Presupuesto del INE entre el número de votos efectivamente emitidos. ¿Te das cuenta?  Cada voto vale un mundo de dinero. El costo es tan inadmisible como injustificable.

Lo he corroborado, Candidato(a): En ninguna parte del mundo se paga tanto dinero por un voto. En ningún país del mundo se tiene un Sistema Electoral tan opaco (contrario de transparente). Y aclaro que no estoy sumando los dineros ocultos, de procedencia ilegal o inmoral, que los Partidos y candidatos dan a los votantes para que acudan a las urnas.

La neta, Candidato(a): cuando se compra el voto, se especula con el hambre del pueblo. Y se hace escarnio de la política y de los principios morales que son (debieran ser) rectores de la república.  

Respecto a la grave acusación anterior, no me puedes decir que miento o exagero porque los datos, además de conocidos, están publicados. Todos los sabemos y precisamente en este conocimiento radica una de las principales faltas de nuestra  incipiente democracia.

Me pregunto: ¿Cómo podemos tolerar los ciudadanos semejante gasto en Campañas Políticas que no tiene ninguna justificación?

Quizá la respuesta radica en el 70% de ese mundo de dinero ciudadano que va a dar a los propietarios de los medios masivos de comunicación (prensa, televisión, radio), los célebres Soldados del PRI, que gracias a esta derrama trianual, aumentan estratosféricamente sus fortunas.

A tal punto incrementan trianualmente sus fortunas los propietarios de los Medios nacionales, que la prestigiada revista norteamericana Forbes los tiene en sus célebres Listas de millonarios, que es la Lista de los Hombres más ricos del mundo.

Una aclaración pertinente: para aparecer en la Lista de Forbes, los millonarios deben tener al menos mil millones … de dólares. No menos.

¿El cuantioso presupuesto de las Campañas políticas es acaso el discreto pago que el Gobierno retribuye a los Soldados del PRI por los meritorios servicios que prestan a la patria? 

Por si te preguntas de dónde saqué lo de Soldados del PRI, te respondo que fue el archifamoso ¨Tigre¨ Azcárraga el que frente al propio presidente de México y parándose el cuello, se autonombró Soldado del PRI.

Candidato(a):  Confío en que tu Campaña política para la presidencia municipal de Cajeme será austera, transparente, creativa, propositiva e incluyente. Sin embargo, la experiencia de muchos años de vida civil me inclina a pensar que al manifestarme en esta confianza de que harás las cosas diferentes, solo estoy ratificando mi ingenuidad ciudadana.

Una pregunta: en el Diccionario de la Política Mexicana, la palabra Ingenuo ¿es sinónimo de Mexicano?  Ya traigo la duda. Y muchos dicen que las dudas matan.

ESCRITORIO ECONÓMICO
M.N.I. Jaime E. Mondragón M.