Buenos Aires.- El grupo mexicano Café Tacuba volvió a mostrar el poderío de su música.
Días atrás, cuando anunciaba a sus lectores acerca de la salida de un nuevo disco de Café Tacuba, el periódico norteamericano The New York Times sostenía que los mexicanos son considerados, por estos días, la mejor banda de rock de América latina "e incluso para algunos oídos, posiblemente, la mejor del mundo".
A la altura de tamaño elogio, el cuarteto conformado por Rubén Albarrán (ahora debajo de la máscara de un nuevo personaje: Ixxi Xoo, nombre de una de las representaciones del dios jaguar azteca Tezcatlipoca), los hermanos Quique y Joselo Rangel y Emmanuel del Real, volvió al país para presentarse en el acto central de la segunda jornada del festival Pepsi Music.
En el año en el que el fenómeno de los regresos puso el foco sobre agrupaciones disueltas hace más de una década, Café Tacuba demostró la vigencia de su propuesta artística, apoyado esta vez en el rock de guitarras (en este sentido, su nuevo álbum, Sino, funciona como una evolución y una profundización del anterior, Cuatro caminos), la psicodelia de sonido envolvente, el existencialismo lírico y cierta intención coral que hizo de los Beatles un suceso sin precedentes, y que hace de Café Tacuba un grupo sin igual en la escena latinoamericana, muy a pesar de los prejuicios rockeros que rigen desde hace un tiempo en torno a los coros y al cuidado de las voces.
Atentos al concepto "festivalero" del primer concierto de esta nueva visita a la Argentina (que además contará con dos shows íntimos, esta noche y mañana, en La Trastienda), la "chica banda" ofreció anteanoche un set compuesto mayoritariamente por canciones de Cuatro caminos (2003) -hasta aquí su última placa, la más difundida y vendida en el país-, un puñado de hits bailables a prueba de tiempo y espacio ("Ingrata", "Chilanga banda", "Déjate caer" o "Cómo te extraño", entre otros) y el estreno de dos temas de Sino : "Volver a comenzar" y "Estemos de acuerdo".
"Si hiciera una lista de mis errores, ver los menores hasta los peores", canta este pequeño poeta fértil, de humildad singular y búsqueda permanente, en el primer verso del tema que ganó la pulseada por convertirse en corte de difusión de Sino. Dos minutos de baile, otros dos de introspección y vuelo sonoro para luego regresar al espíritu "pistero" en los últimos tres minutos de un tema que funciona como fiel reflejo de la actualidad de esta banda que, tras casi veinte años de carrera, se mantiene bien lejos de los clichés del universo rock.
Ahora bien, ¿pueden los Café Tacuba ser considerados "la mejor banda de rock del mundo"? Si fueran argentinos, aquí nadie dudaría de ello, en una demostración más de chovinismo al palo. ¿Y si los adoptamos y ya?
|