Donde árboles hubo... pasaron por allí los depredadores del Ayuntamiento y tumbaron todo lo verde que vieron alrededor.
La fresca sombra de los frondosos árboles que poblaban la calle 300 entre Sinaloa y Norman Borlaug desapareció porque a los señores constructores les pareció que se veía mejor el concreto del nuevo puente, y además está pintado de rojo y pues se tiene que ver el color del Gobe, ¿no?
Así funciona el pobre racionamiento de quienes deben cuidar la naturaleza en los espacios urbanos. |