México.- La firma estadounidense Moody's advirtió hoy de que la inflación en México cerrará este año en torno al 4,2 por ciento, con lo que se incumpliría la meta del tres por ciento con variación de un punto porcentual fijada por el banco central.
El área de análisis de Moody's apoyó su pronóstico en el repunte inflacionario del 0,62 por ciento en la primera mitad de septiembre, más "la realineación de precios privados que está en puerta y los incrementos estacionales que tradicionalmente suceden en diciembre".
La firma calificadora señaló que con este resultado, presentado hoy a través de un informe, se desvanece la proyección del Banco de México de mantener una "inflación decreciente para finales del año".
Por el contrario, advirtió de que en septiembre y octubre la inflación interanual se acercará al 4,5 por ciento, lo que "se convierte en una serie amenaza a las ya deterioradas expectativas e impone presiones a la política monetaria".
Moody's recordó que la inflación interanual en la primera quincena de septiembre se situó en el 3,99 por ciento, "exactamente en el límite superior del objetivo inflacionario" por lo que al cierre del mes este indicador rondará el cuatro por ciento.
Por otro lado, en octubre se prevé un incremento de la inflación debido a la terminación de las tarifas eléctricas de verano en algunos estados, lo que podría llevar la inflación interanual al 4,5 por ciento.
Para alimentar el panorama pesimista, Moody's indicó que está en puertas un reajuste de precios en los productos de consumo básico, que puede detonar en las próximas semanas.
Asimismo, está la escasez de gas derivada de las explosiones a los gasoductos de Pemex en las últimas semanas y a las compras de pánico que se han registrado.
Para completar el panorama, Moody's añadió la aprobación de un impuesto del cinco por ciento a las gasolinas previsto para el año próximo pero que ya tuvo "efectos anticipados y expansivos sobre otros precios en la economía".
La firma consideró "miope" la explicación del Banco de México y del gobierno de que el impuesto a las gasolinas no debería tener un efecto inflacionario debido a que el alza se distribuirá a lo largo de 18 meses.
Precisó que la gasolina es un costo para todo el transporte público y privado de personas y productos, por lo que tiene un efecto expansivo en todos los precios.
"La inflación amenazará con deteriorar más las expectativas y acelerar la contaminación de otros precios, entre ellos los salarios", señaló Moody's.
La firma indicó que el banco central tiene dos opciones para restringir la política monetaria, la primera mediante ajustes graduales para situar la tasa de fondeo en el 7,75 por ciento, o la segunda, que consideran "más conveniente", de elevar la tasa y ubicarla en el ocho por ciento al cierre del año.
"Si el Banco de México actúa de esta manera, entonces aún podría refrendar su credibilidad como instituto comprometido con el combate inflacionario y comportarse a la altura de un verdadero banco central", apuntó Moody's.
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