BANDERILLAS: Carlos Navarro López, candidato natural del PRD
Carlos MONCADA OCHOA
Lunes 02 de Marzo de 2015

Carlos MONCADA OCHOA

En el fichero de mi “Diccionario Histórico y Biográfico de la Universidad de Sonora”, aún inédito, tengo el siguiente nombre:

NAVARRO López Carlos Ernesto. Nació en San Ignacio Río Muerto, Sonora, el 20 de mayo de 1957. Ingeniero Agrónomo por nuestra Universidad. Maestría en Ciencias Políticas y Sociología Rural por la Universidad de Chapingo. Profesor del Departamento de Sociología y Administración Pública. Ha sido diputado local y diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática.

Hay tiempo para agregar, cuando el libro vaya a imprimirse (que no sé cuándo), que actualmente es candidato a gobernador del Estado.

He seguido con atención la trayectoria política de Carlos Navarro (el bueno), sobre todo de sus dos periodos como diputado local y estoy en condiciones de afirmar que sus dos cualidades más destacadas son el valor y la congruencia. Son cualidades especialmente notables en los tiempos que corren, cuando los traidores, como los conejos, se multiplican y saltan de pronto  aquí y  allá.

Con motivo del lamentable episodio escrito por Guadalupe Curiel y socios, algunos columnistas políticos han escrito que la izquierda está acabada. Piensan, además, en la división provocada por Andrés Manuel López Obrador y calculan que habrá pocos votos para el PRD, pocos para Morena y pocos para el Partido del Trabajo. De ello no se desprende que la izquierda esté acabada. Que se la repartan tres partidos, o tal vez sería mejor decir que tres grupos de dirigentes, no equivale a la muerte o anulación de la izquierda.

¿Y todos los hombres y mujeres que ven con simpatía a uno de los tres partidos, o a los tres, aunque no se encuentren afiliados a ninguno? ¿Y todos los que en las universidades y en los centros de trabajo, en los sindicatos y en los ejidos, en los talleres y en los cafés, se informan sobre la ideología de izquierda, su historia, sus objetivos, sus tropiezos, sus logros?

Carlos Navarro ha defendido solo la trinchera en el Congreso del Estado porque la señora Chang, diputada por obra y gracia del PRD, traicionó al PRD e impidió que se integrara una bancada del partido. No merece que se le deje solo también ahora que es candidato. A todos los ciudadanos concierne que los partidos de izquierda sobrevivan y se fortalezcan.


La hija de Beltrones, diputada plurinominal

Hemos sido afortunados en que los sonorenses que fueron presidentes de México tenían, cuando ocupaban el cargo, hijos menores de edad, con excepción del general Plutarco Elías Calles, que todavía era “jefe máximo” cuando su hijo Rodolfo fue gobernador de Sonora. Álvaro Obregón Tapia fue gobernador del estado 25 años después de la muerte de su padre; el general. Abelardo L. Rodríguez tenía un hijo piloto en los Estados Unidos, que no se acercó a la política y por desgracia pereció en un accidente.

Y pocos de los demás presidentes han abusado de sus investiduras para favorecer a sus Juniors, con excepción de José López Portillo que hizo subsecretario a su hijo Ramón, “el orgullo de mi nepotismo”. Luis Echeverría dio comisiones a dos de sus hijos en el campo. Ninguno les regaló cargos de elección popular.

Más o menos igual habían actuado los gobernadores de Sonora.   Faustino Félix Escalante inició su carrera como presidente municipal de Cajeme cuando su padre, el gobernador Faustino Félix Serna, se había retirado  de la política (y se me escapa la fecha, pero creo que ya había fallecido).

No hay prohibición para que el hijo o la hija de un político influyente ocupe también un cargo de elección popular, pues tienen sus propios derechos en lo individual. Pero es poco ético que se los regalen y desplazan a otros elementos a menudo mejores y más experimentados. (Pero ¿por qué le entré a tratar este tema? ¿Por qué, por qué, por qué?

Carlosomoncada@gmail.com

 
 

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