Niños y adultos mayores con frecuentes infecciones en los ojos o las vías respiratorias, producto del polvo en el ambiente, son algunos de los problemas con los que tienen que lidiar quienes viven por el bordo del Canal Bajo, al poniente de la ciudad.
Vecinos afectados, expusieron que además les resulta imposible mantener limpio el interior de sus viviendas, lavar ropa y trastes y evitar sequen libres de polvo.
El problema, exponen, es una combinación de factores, como el que el bordo del canal no estÉ pavimentado, que los vehículos y camiones que transitan por la zona lo hagan a exceso de velocidad y el que la pipa que riega el camino, pase solo una vez a la semana.
“El domingo pasaron y no riegan toda la calle, la escuelita y varias áreas; a veces que hay ropa tendida y el polvo hace que se ponga más sucia”, dijo Jennifer Gabriela tapia Cano.
“Los carros que pasan recio te echan todo el polvo en la cara”, expresó la vecina Antonia Acosta Ochoa.
Hay vecinos que han improvisado la colocación de topes, para obligar a los vehículos y camiones a que bajen la velocidad y no levanten polvo, sin embargo solo se han ganado insultos por parte de los conductores.
Los vecinos solicitan al Gobierno Municipal enviar con mayor frecuencia la pipa con agua para el regado de la calle.
“Mucha tierra, mucho polvo, bastante, mucha gente se enoja aquí por la tierra, nos bañan de tierra, ensucian la ropa, gente que se enferma de gripa y tos por tanta tierra”, añadió María Dolores Fierro Castillo.