El concierto de la chelista Jimena Giménez Cacho fue el último, brillante episodio del 23 Festival Alfonso Ortiz Tirado en Ciudad Obregón.
Concluyó así una exquisita semana de conciertos de excelente calidad, con la participación de cantantes y concertistas que nos regalaron lo mejor de sí para regocijo del público que asistió a los eventos.
El homenajeado Carlos Prieto, el virtuoso Dieter Hemings, el joven tenor Luis Carlos Contreras, la sensibilidad y belleza de Jimena Giménez, fueron algunos de los gratos episodios que nos dejó el Festival AOT.
Fue una semana cultural extraordinaria en la que incluso hubo días con dos o tres eventos a la misma hora y era necesario optar por uno y tener que perderse otro.
La opinión general de las personas con las que platicamos antes o después de los eventos era muy positiva, pero también se expresó la inconformidad porque esto sucede sólo una semana al año.
Salvo el programa cultural de la Universidad La Salle y algo que nos dan las otras universidades, el resto del año brillan por su ausencia los eventos musicales de gran calidad.
Es cierto, organizar este tipo de eventos es costoso, pero como dijo la vedette: Nos lo merecemos.
Ojalá que el Instituto Sonorense de Cultura, las universidades y el Ayuntamiento hagan un esfuerzo porque estos eventos sean más frecuentes.
Lo negativo
La ausencia del presidente municipal Francisco Villanueva en la inauguración y clausura del evento fue un detalle negativo que no podemos pasar por alto.
La presencia de los políticos en eventos culturales no es indispensable. Përo es interpretada como un mensaje de aliento a la gente que se esfuerza por impulsar el desarrollo cultural de nuestro municipio.
Alguien nos comentó que el alcalde Villanueva no estuvo en la inauguración porque ese día debió asistir a la pachanga de Abel Murrieta. Y en la clausura debió viajar a Álamos porque allí estaban todos los compas políticos.
Bueno, cada quien tiene sus prioridades, ni hablar. |