Phoenix, Arizona.- Todos los peloteros dejaron desierto el terreno de juego para refugiarse en las casetas de las botellas de agua y otros objetos que fueron arrojados por aficionados molestos con una decisión polémica en el primer partido de la serie de campeonato en la Liga Nacional.
El encuentro fue demorado ocho minutos en la parte baja del séptimo capítulo por una orden del umpire principal Tim McClelland ante los desmanes de los fanáticos airados.
El manager Clint Hurdle de los Rockies llamó a sus jugadores a la caseta, pero McClelland tomó la decisión de que todos los peloteros debían abandonar el terreno, dijo el supervisor de los árbitros Richie García.
McClelland “consideró que los aficionados no podían escuchar los anuncios” de las autoridades del estadio para que suspendieran los desmanes, indicó García.
“Creo que fueron hechos tres o cuatro anuncios, y no los podían oír. Así que retiró a los jugadores del terreno”.
Colorado ganaba por 5-1 cuando los Diamondbacks de Arizona pusieron dos corredores en base con sin out.
El mexicano Augie Ojeda bateó una rola hacia el tercera base Garrett Atkins, quien lanzó al segunda base Kaz Matsui. Al correr desde la primera base, Justin Upton se deslizó en la segunda, giró sobre su hombro derecho, golpeó en la pierna derecha a Matsui y lo derribó.
El umpire de la segunda base Larry Vanover puso inmediatamente fuera a Upton por interferencia y la decisión completó una doble matanza.
Unos cuantos aficionados lanzaron botellas y otros objetos al terreno de juego desde la plataforma superior, y fueron seguidos por otros cercanos a las líneas de foul.
Algunos objetos cayeron cerca de jugadores de los Rockies, y Hurdle indicó a sus peloteros con señas que se refugiaran en la caseta.
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