El comerciante Manuel Aguilera denunció públicamente a las autoridades de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Cajeme que protegen, dijo, a los vendedores ambulantes instalados en el exterior de la tienda de ropa "El Blanco y Negro", ubicada en la calle No Reelección casi esquina con Sonora y propiedad de Aguilera.

Desde hace varios meses, explicó, ha solicitado a las autoridades que retiren a esos vendedores cuya labor entorpece el paso de los peatones por la banqueta y afecta así al "Blanco y Negro" pues impide el acercamieto de potenciales compradores.

Sin embargo, añadió, las autoridades hacen caso omiso a pesar de que los comerciantes fijos pagan impuestos como no lo hacen los ambulantes y tienen derecho a tener libre el área de acceso a sus negocios.

Incluso quienes reciben permisos para la venta callejera se dan el lujo de rentar dichos permisos sin que la autoridad intervenga y se los cancele, refirió.

Aguilera añadió que alguna vez acudió a la Cámara de Comercio (Canaco) para pedirle su apoyo pero este organismo no intervino, lo dejó sólo.

Quienes comercian en la calle están violando la ley, "la banqueta no es de ellos y el Ayuntamiento los protege", reiteró.