Vecinos del fraccionamiento Las Haciendas manifestaron su rechazo a la construcción de una planta o subestación que empezó a construir en ese sector la Comisión Federal de Electricidad.
La obra se realiza en un amplio terreno baldío ubicado en la confluencia de las calles No Reelección y Laguna, es decir, en el corazón de esta área habitacional situada al oriente del bulevar Las Torres, en la orilla de la ciudad.
Vecinos que pidieron omitir sus nombres expusieron que al momento de comprar sus casas, unos hace seis años, otros hace cinco o tres, les prometieron como atractivo que en ese terreno baldío se construiría el equipamiento escolar para la zona y en la esquina, donde ahora se pretende instalar la subestación de la CFE, se construiría una unidad médica familiar del IMSS. Mientras llegaban las escuelas y la clínica, los terrenos servían como canchas de futbol donde todos los días juegan niños y jóvenes.
Sin embargo, dijeron, un día aparecieron los ingenieros de una empresa constructora de Guadalajara y cuando los vecinos les preguntaron qué hacían allí, si acaso iba a iniciar la edificación de la clínica, los ingenieros respondieron que en realidad se trataba de una subestación eléctrica de la CFE.
Sorprendidos e indignados los vecinos averiguaron por qué habían cambiado los planes, eso era muy diferente a lo que les prometieron, y entonces supieron que en el 2008 el terreno había sido donado por el Ayuntamiento a la CFE a cambio de una deuda que la comuna tenía con la paraestatal.
Los vecinos se sienten traicionados y preocupados por el efecto que una subestación eléctrica pueda tener en la salud de quienes habitan en el área, además de las molestias que ello implica y la clausura de un proyecto como la clínica del IMSS.
"Hemos buscado información en Internet y allí encontramos que la propia Organización Mundial de la Salud OMS) advierte los riesgos de este tipo de subestaciones y las torres que se instalan, efectos sobre todo para las personas que viven en un área de 300 a 500 metros alrededor", señalan.
Y agregan:
"La OMS establece tres niveles de riesgo relacionados con la propensióna contraer cáncer".
Han buscado el apoyo del Ayuntamiento para que se impida esa obra pero no han recibido respuesta.
Este día tienen prevista una plática con Rodrigo Bours Castelo, propietario de la empresa fraccionadora Río Yaqui, y esperan un apoyo a su inconformidad y rechazo ante esta obra que amenaza, dicen, su salud y la tranquilidad del área.