Yo no soy chismoso, no qué va, pero tampoco mi pecho es almacén para andar guardando cosas, así que les voy a contar por qué el sushi y los tacos de carne asada no se llevan bien… ¡zancas de gallo copetón!
Resulta tú que hace algunos años, atrás de la barda del TOG había una jauría de chuchos llamada "Los perros de Socorro", los cuáles no eran unos firulais cualquiera; los perruchos eran tan bravos que no dejaban ni entrenar a los jugadores del equipo Yaquis ¡toma chango tú banana!...
Fue en los tiempos cuando Chemalito Parada era presi del Club… en aquel tiempo se abrió una oportunidad para que conviviéramos con el béisbol japonés, así que se dejó venir una dompada de directivos nipones con toda la intención de que hubiera juegos de preparación con los Yaquis ¡échate ese trompo a la uña!...
Sucedió lo impensable, la perrada de atrás de la barda no sabía de diplomacia (no estoy hablando de la raza de bleachers ¡conste!), mucho menos les gustaba el sushi y algunos chuchos no olvidaban el ataque a Pearl Harbor (hasta en película pirata ya lo habían visto), así que cuándo la comitiva japonesa inocentemente se acercó atrás de la barda… la emboscada perruna fue inevitable ¡Toma Paloma!
No estaban ni los bleachers para encaramarse y mientras los japoneses corrían en estampida, pelando tamaños ojononones, buscando de perdida un guamuchilito donde treparse, la perrada tan brava hacía de las suyas, mordiendo a diestra y siniestra sin anestesia ni nada ¡Atáscate ahora que hay lodo!
Lo que dijo el traductor japonés de las expresiones de la comitiva japonesa, no lo puedo publicar, pero obviamente después del ataque se negaron a venir a jugar contra los Yaquis… ¡No preguntes quién se murió tu sigue la carroza!..
Algunos opinan que la perrada se vengó del legendario dragón japonés Sadaharu Oh, aquel que antes de chacalearnos con tremendos batazos, en los juegos de exhibición, levantaba la patita… ¡macario traite el hacha!
En cierta ocasión que le estaba pitcheando el zurdo Jesús Robles al dragón oriental, le hicieron el comentario soplándole al oído "tira el cambio, no te lo conoce, se va ir de jetas cuando levante la patita, está impuesta a la bola rápida" y el zurdo tiro el cambio ¡y moles! Sadaharu oh, levantó dos veces la patita y la pelota aún no cae ¡chéntaly en el ahogadito! Sadaharu, la leyenda japonesa, fue el que guió al título a Japón en el mundial de béisbol celebrado en San Diego, en el cual su servilleta estuvo de metichi... La vida es muy dura para tomarse tan en serio... Si Diosito quiere nos vemos mañana.
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