De nueva cuenta, el sector pavimentado con concreto hidráulico de la calle Quintana Roo presentó una gran fuga de agua que obligó a abrir el suelo para realizar una revisió y diagnóstico de la posible causa de este desperfecto.
Ya son varias veces las que ocurre algo similar en el mismo lugar, unos metros al sur de la calle Guerrero, lo que pone en evidencia la mala calidad de una obra que tuvo un alto costo y sin embargo nadie reclama a la empresa constructora.
También en el cruce con la calle Náinari y en otros puntos han aparecido desperfectos pocos meses después de entregada la obra al Ayuntamiento.
Es el Oomapas de Cajeme el que debe asumir los gastos que implica abrir el suelo, hacer el diagnótico y reparaciones necesarias para tapar la fuga.
En el lugar se encuentra personal del Ayuntamiento y del Organismo operador trabajando en conjunto con el propósito de resolver a la brevedad este problema y generar las mínimas molestias a los peatones, automovilistas, vecinos y usuarios del sector, informó el Oomapasc.