Mestizaje y sincretismo político
Héctor Raúl Campa García
Viernes 06 de Mayo de 2016

El término Mestizaje, se refiere a la mezcla de dos razas. Cuando la conquista de México por los españoles (raza blanca y barbados. Los “bárbaros europeos”), algunos y algunas de esta raza se mezclaron con los autóctonos (claro sexualmente hablando) y viceversa. Un blanco con una indígena o una blanca con un étnico Náhuatl.

Asi nació la raza que más predomina en nuestro país, y de ese mestizaje nació el espíritu independentista de los mexicanos. Hasta hubo “uniones políticas”, como la de Hernán Cortés con la Malintzin (Tenepal o Doña Marina) o Malinche, que jugó un papel muy importante en la conquista de la gran Tenochtitlan y otros pueblos, sirviéndole de intérprete, consejera (amante) y de traductora de algunos códices indígenas. Se dice que fue la madre del primer mestizo en México, el hijo de ambos: Martín Cortés.  Aunque su nombre se utiliza peyorativamente para señalar a los traidores o “malinchistas”. Doña Marina actuó, según sus circunstancias (como esclava entregada a Cortés como tributo de una etnia del Golfo de México. Tabasco). Pero su nombre persiste hasta la actualidad, para señalar a los malinchistas… sobre todo  en política. De estos están plagados los Partidos.

La mezcla de las dos culturas; la Hispana y la Mexica; la conciliación de las distintas doctrinas o posturas, sea religiosa o cultural, es lo que se llama Sincretismo. Pero actualmente existe también, como antes, el Sincretismo político.

En la praxis política estos términos antes definidos, se adaptan a la perfección; tanto el mestizaje, como el sincretismo político es un común denominador. Aunque existen principios y filosofía fundacionales de todos los partidos, pero eso es para la mayoría de los afiliados, letra muerta. Muchos notables ciudadanos que pertenecían a algún partido, han cambiado a otros, como si cambiaran de camisetas (por no decir de calzones, si es que usan o ¿andan directos?. Digo por aquello de dar las… gracias a quienes los acogen). Priistas, que se han mezclado en casi todos los partidos; han provocado ese mestizaje político, pero ya no es como el antiguo mestizaje (blancos con indígenas), sino que ahora es una “raza variopinta”, es que se infiltran en todos. Algunos han cambiado hasta cuatro colores partidistas (padecen el mal del pinto o Jiricua). Un “mal ejemplo” de “este mal del pinto” o mezcolanza políticas es Andrés Manuel López Obrador (aunque hay muchos más. Alfonso Durazo en nuestro Estado de Sonora y busquen más a nivel de Cajeme): Los saltarines circenses del: PRI, PRD, PT, y MORENA son harto conocidos. Más los partidillos, rémoras electoreros (Verde, Panal, Partido Movimiento “Ciudadano”, etc.). Y aguas con los “independientes”, que los pueden invadir esos chapulines de otros partidos (El Bronco).

Ese “intercambio cultural-político”, este sincretismo ya es muy usual en nuestros tiempos. Los que llegan de otros partidos imponen su “raíz cultural” al partido que llegan. Si en su ex partido (por no decir PRI), se acostumbran los cochupos, la mapachería, los moches, la coacción del voto, etc. Pues esa cultura hacen que predomine en todos los partidos “que conquistan” les imponen ese “Chincretismo político” (léase como joder al erario público impunemente).

Quizás en defensa de este mestizaje y sincretismo político, algún día alguno de estos “mestizos” no sea mezquino y encuentre la piedra filosofal para DIGNIFICAR a la política, que tanta falta hace. Pero realmente no se visualiza a corto tiempo. 

Entre los partidos, más que conciliación de las distintas posturas y doctrinas, existen concertaciones, sospechosismos, corruptelas que se dan desde las cúpulas hacia abajo. Los de “izquierdas, Centros y derechas” se unen “orgiásticamente” sin pudor; como si fuera un licuado de heces y el tufo de la corrupción no lo pueden ocultar”. Lo malo que la sociedad ya lo asimila como un olor normal, en los políticos. Qué pena ajena tiene la sociedad.

La frase aquella de que “agua y aceite no se mezclan” es obsoleto, entre las “alianzas de los partidos de izquierda, con la derecha o con el centro”. Si se pierde la dignidad, cuantimás los principios (va junto con pegado”.

Aquí vuelvo a referir el pensamiento del Escritor y Filósofo español, José Ortega y Gasset, que plasma en “La Rebelión de las Masas”.

“Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son forma de la hemiplejia moral”. 

Lo más importante de todo esto, con mestizaje y con sincretismo político o sin ellos es: “ya no es ser de Derecha o Izquierda. Sino Ser o no Ser Demócrata. La diferencia de Ser Ciudadano libre o esclavo manipulado”. (Esto último tomado del blog Voto Blanco. Francisco Rubiales).

To be or not to be. That is the question. William Shakespeare. 

O sea: Políticos...”ya no se hagan… se ensucian”. Su imagen y la del País.

 

Con respeto.

#PARACAMBIARYOMEINCLUYO. 

Dr. Raúl Héctor Campa García.

Ciudad de México. 4 de mayo 2016.

raulhcampag@hotmail.com 

 
 

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