Calificado no hace mucho como un organismo ejemplar y financieramente sano, el Oomapas de Cajeme cayó hace tres años en una debacle administrativa que lo llevó a penurias económicas, al incumplimiento con sus proveedores y en general a una crisis que puso en duda su modelo institucional.
Hoy, con una nueva administración, el Organismo Operador de Agua Potable intenta recuperar poco a poco el orden de sus finanzas y la solidez institucional que demanda su importancia estratégica para el bienestar social y el desarrollo económico local.
Al frente de dicha tarea está Cecilia Antillón Rosas, un mujer joven con experiencia en la administración federal -SAT y Conagua-, dedicada de tiempo completo a su deber como directora general del Oomapas. La tarea no es fácil:
"Recibimos el Oomapasc en una situación comprometida, con muchas deudas; lo más complejo era hacerle frente al pago de derechos a la Conagua, pago que se había ido retrasando en años anteriores", expresa Antillón.
Cumplir con la Conagua es indispensable no sólo porque es la institución que "vende" el agua al Municipio sino también porque es el aval para participar en programas federales como el de Fortalecimiento Municipal (Fortamun) a través del cual se obtienen apoyos como la condonación de una deuda de 30 millones de pesos que se tenían desde antes del 2013 con la Conagua.
En la nueva relación se llegó además a un acuerdo para facilitar el pago de las deudas acumuladas del 2013 al 2015.
Mucha administración, poca política
La directora general del Oomapas exhibe capacidad para el manejo de cifras, estrategia financiera y disciplina administrativa, pero carece de discurso político (y esto parece ser una ventaja más que una debilidad).
Atribuye una buena parte de la crisis del Oomapas a la suspensión de los apoyos que el gobierno padresista otorgaba al Organismo, "eso desestabiliza a cualquiera", pero más adelante asegura que el Oomapas puede ser estable sin necesidad de apoyos oficiales, solo con su propios ingresos.
Asegura que sostener la tarifa durante los años recientes no fue por un cálculo político sino por factores administrativos.
"La tarifa está bien y lo que urge es concientizar al usuario para que se regularice su situación. El porcentaje de usuarios cumplidos es bajo, era alrededor de un 39% y ahora lo hemos subido casi 6 puntos. Con un alto pago de los usuarios no serían necesario ni subsidios".
No es un tema de tarifas, insiste, "pero el gasto corriente, el pago de insumos y la demanda de operaciones siempre van hacia arriba mientras la tarifa se mantiene.
Además, los apoyos estatales retirados por Padrés no han regresado con el nuevo gobierno, como se pensó iba a suceder.
"Estamos en pláticas para ello, pero lo que interesa es que los usuarios paguen. Si todos lo hacen no es necesario un subsidio. Eso es lo que buscamos para no depender de apoyos estatales".
Sin privilegios para nadie
Como es sabido los grandes deudores del Oomapasc son instituciones y empresas.
"Nosotros estamos tratando de cobrarles a todos. Todos tienen algún tipo de atraso, todos nos deben, pero nos hemos enfocado a que se acerquen a regularizarse, igual instituciones estatales o federales, comercio, clase media o alta, pero no hemos tocado para nada a las colonias populares".
Asegura que no existen usuarios privilegiados, que a todos se les cobra de acuerdo a su consumo.
En cuanto a deuda con proveedores y contratistas, señala que hay atrasos, pero aún así no se detienen las reparaciones pues se hicieron convenios de pago con proveedores para que no se sintieran desatendidos.
"Nuestra postura siempre ha sido asumir los compromisos, cumpirles a ellos. Se les va a pagar todo los que se les debe".
No dijo cuándo.
Muchos jefes
Austeridad y ahorro son las premisas de la administración, pero el gran número de funcionarios en el Oomapasc no disminuye
Es el mismo número de personal de alto nivel, reconoce Antillón, "pero cada puesto está justificado"
"Podemos hablar de un organigrama más eficiente. Lo que buscamos es que la gente que está dentro ejecute su tarea como debe ser, cada quien con su capacidad. No creo que el Oomapasc tenga un alta burocracia".
La red obsoleta
Sobre el vencimiento de la vieja infraestructura hidráulica en el subsuelo de la ciudad, Antillón explica que se tiene el apoyo de la Conagua para todas las ampliaciones de la red, pero aún así no se puede esperar la sustitución de la infraestructura hidráulica obsoleta.
"No podemos introducir tubería costosa cuando lo más importante es asegurar la distribución en colonias del sur, por ejemplo, movernos en función de las necesidades prioritarias".
La pérdida de títulos de concesión
Tampoco considera preocupante la anulación que hizo Conagua de 55 millones de metros cúbicos de agua a Cajeme:
"Es un tema de títulos de concesión que tiene que ver con el Movimiento por eel Agua, pero es un tema aparte de lo que es el Organismo".
Cecilia Antillón tiene confianza en que será pronto, tal vez este año, cuando se alcance la meta de tener más ingresos que egresos.
"Vamos bien, esto se va a normalizar. Traemos muchos ahorros y esto se va a arreglar", repite.