Para muchos es un tema que ni siquiera debe tocarse, pero una vez legalizados los matrimonios gays el tema del aborto recupera vigencia en los análisis de la opinión pública.
La legislación actual en Sonora castiga el aborto y esto ha ocasionado que aún se siga criminalizando a las mujeres que recurren a esta práctica y sean exhibidas en algunos medios de comunicación como seres abominables, propicias para el linchamiento social.
Sin embargo, la reciente aprobación de los matrimonios gays en casi toda la República, con el apoyo expreso del presidente Enrique Peña Nieto, abre una puerta, aún pequeña, a una exigencia de grupos feministas y liberales, a la vez que demanda una nueva revisión del debate legal sobre el aborto.
Sonora fue uno de los 16 estados que entre 2007 y 2009 modificaron sus códigos penales para castigar el aborto. Esto fue posible con la participación de los dos partidos mayoritarios, ambos de corte conservador: el PRI y el PAN, avalados por mandatarios conservadores, Eduardo Bours en el Estado y Felipe Calderón en la República.
Sin embargo, la realidad es más congruente que los políticos y aún se sigue practicando el aborto con los riesgos que implica hacerlo sin asistencia médica.
Mujeres de todos los grupos sociales recurren a esta opción, sólo que las de clase alta y algunas de clase media que tienen recurso para hacerlo se trasladan a la Cd. de México donde el aborto es legal y existen clínicas especializadas para realizarlo.
Miles de mujeres de todo el país, incluyendo a mujeres sonorenses, buscan en la capital del país lo que se les niega en sus estados de origen.
El tema es altamente polémico, más aún con el depurado perfil derechista del PRI y del PAN, pero es una asignatura pendiente que tarde o temprano deberán revisar los grupos sociales para llevarla de nuevo al Congreso local.