CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde hace un año, Rubén Aguirre, alias El profesor Jirafales, ya presentía su final, según escribió al concluir la autobiografía Después de usted. Las memorias del profesor más querido de América Latina (Editorial Planeta, enero de 1915. 284 páginas).
En el epílogo del libro escribió:
“A punto de terminar estas memorias, recibí la noticia del fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños, mi ejemplo, mi guía y amigo por más de treinta años… Si en alguna parte de este libro puse, sin querer queriendo, alguna cosa que te pudo haber molestado, te pido perdón, Roberto, esperando vernos allá donde te fuiste para continuar con esta amistad que aquí, en este mundo, me hará falta.”
Y culmina el volumen así:
“No creas que tardaré mucho en alcanzarte, pues ya ando barbeando las tablas… Y por eso también digo: Chespirito, gracias por siempre.”
Rubén Aguirre Fuentes acababa de cumplir 82 años cuando falleció la madrugada de hoy viernes 17 de junio en Puerto Vallarta, Jalisco, su segundo hogar al final de su vida, donde convalecía enfermo desde hacía largo tiempo.
Nació el 15 de junio de 1934 en el barrio de Santa Anita de la ciudad norteña de Saltillo, Coahuila, y comenzó su carrera de actor en Monterrey, Nuevo León, donde también fue locutor taurino. Produjo los programas Aquí está la Chilindrina, Llévatelo y TVO. Obvio decir que será siempre conocido en el continente por su querido personaje de El profesor Jirafales, en la serie televisiva El chavo del Ocho.
Encuentro con “Chespirito”
Conforme relata en el capítulo “Mi encuentro con Chespirito” en Después de usted, Rubén Aguirre conoció al muy afamado cómico Roberto Gómez Bolaños en la capital mexicana de la manera más casual:
“Un buen día, Chespirito llegó a buscar a Sergio Peña, de quien yo era subalterno. Al parecer se le había acabado el trabajo como guionista en Telesistema Mexicano, el acérrimo rival de Televisión Independiente de México… En la época que Roberto Gómez Bolaños nos buscó para trabajar en Canal 8 escribía guiones para Viruta y Capulina (Cómicos y canciones Adams) y quería crecer más. Por esa razón llegó a buscar a Sergio Peña, a quien conocía, y le llevó un libreto. Apenas lo vi me cayó muy bien. Roberto se estaba arriesgando al ir con nosotros, porque antes como ahora no se podía pasar de una televisora a otra sin que hubiera consecuencias.
“Sergio Peña leyó de inmediato el libreto que se titulaba El ciudadano y le gustó. Aunque tiempo después Chespirito actuó ese mismo libreto bajo el nombre de Ciudadano Gómez (que era su apellido), en aquel momento el programa era para cualquier cómico que escogiéramos… Fue así que yo mismo fui el productor designado para crear el piloto del programa de Chespirito. (…)
Leer texto completo en:
http://www.proceso.com.mx/444495/las-confesiones-profesor-jirafales