Ante el hartazgo de los ciudadanos por la proliferación de robos en casas y la impunidad de los delincuentes, es urgente revisar y corregir el código penal procesal, afirma el alcalde Faustino Félix Chávez.

La policía municipal hace su trabajo, detiene a los delincuentes pero apenas llegan éstos a la siguiente instancia judicial, son puestos en libertad por magistrados que aplican el código penal procesal con criterios equivocados, señala Félix Chávez.

Esto se debe, dice, a que el código aún adolesce de imprecisiones que favorecen al detenido aun cuando debería permanecer en prisión por ser reincidente. 

"Hay herramientas en el código para que el culpable permaneza detenido, pero los magistrados no los utilizan".

Esto ocasiona que los delincuentes con apenas dos o otros días después de haber sido detenidos regresan a sus barrios para exhibirse prepotentes ante sus víctimas, los vecinos, que se sienten desamparados, sin protección.

El ciudadano se siente frustrado pero también el policía se desanima pues ve que su esfuerzo por detener al delincuente ha sido en vano, comenta el Alcalde.

Ante esta frustración que se vive a diario es urgente que Congreso elimine las imprecisiones del código penal procesal y así los magistrados no dejen libres a los delincuentes de manera tan fácil, que los hagan permanecer en prisión o monitoreados mediante brazaletes electrónicos.

"El objetivo del código es que no se fabriquen culpables, por eso parte de la presunción de inocencia, pero cuando son reincidentes es necesario ser más estrictos con el uso de las disposiciones que contiene la ley".

Faustino Félix revela que varios alcaldes del país han planteado la necesidad de presentar al Congreso Federal una solicitud de revisión del código penal procesal para disminuir la impunidad que hoy gozan los delincuentes amparados en argucias legales.

Gendarmería ausente

En otro orden de ideas, el alcalde Félix Chávez expone la causa de que no haya llegado la gendarmería solicitada para reforzar la seguridad pública en el área rural de Cajeme.

"La difícil situación que se vive en la frontera, de Tijuana a Mexicali, obligó a las autoridades a mantener allá a la gendarmería, por eso no vinieron para acá".