Vicente Riva Palacio (1832-1896): el de la espada y la pluma en la historia
Álvaro Cepeda Neri
Domingo 22 de Enero de 2017

Ex Libris 

I.- Escritor de novelas históricas en el auge del romanticismo nacionalista-mexicano, Vicente Riva Palacio fue también combatiente por las libertades contra el intervencionismo napoleónico, crítico del títere Manuel González manejado por Porfirio Díaz.

Opositor de Sebastián Lerdo de Tejada. Juarista, abogado como su padre: Mariano Riva Palacio, a quien Maximiliano escoge como su abogado. Nieto de Vicente Guerrero. Y literato de cualidades excepcionales que coordinó la monumental obra de México, a través de los siglos.

Este Riva Palacio es un escritor prolífico basado en los memoriales de la Inquisición de la entonces Nueva España, de donde obtuvo una vasta información como tema para sus novelas de corte histórico. En el año 2000 la editorial las publicó en elegante presentación, con pasta dura, y prólogos de Antonio Castro Leal. Más un apunte biográfico del escritor.

Contienen los títulos: Calvario y tabor. La célebre, desde el título: Monja, casada, virgen y mártir. Historia de los tiempos de la inquisición. Las dos emparedadas. Los piratas del golfo. Martín Garatuza. Memorias de un impostor. La vuelta de los muertos.

II.- En todas ellas, tras el abandono de la espada, la pluma de Riva Palacio se dedicó a recrear tramas en sus novelas casi siempre relacionadas con la Inquisición, y que siguen manteniendo la frescura de un español buscando historias por medio del lenguaje. “En Riva Palacio tiene la novela histórica uno de sus más genuinos representantes.

Conocía bien la historia de la época que recoge como escenario, y dentro de ella va dando vida a los personajes y orden y sentido a los sucesos que halló en los documentos de la Inquisición”. Pero en su fantasía literaria “lo guiaba más el deseo de entretener y divertir al lector, que el propósito de darnos una pintura acabada de la época o una psicología intensa y fina de los personajes”.

Con la espada y la pluma, este mexicano incursionó en la vida pública del país. También se aplicó al periodismo para ser un combatiente por las libertades, y fortalecer la vida institucional bajo un régimen republicano al que sirvió toda su vida. Y ni hablar de su ilustración, pues fue un lector de la cultura europea dispuesto a mezclarla con la nativa.  

III.- Vicente Riva Palacio logró ser un novelista que dejó un patrimonio literario de gran calidad. En sus novelas se encuentra lo que significó la Inquisición; pero, a su vez, insertó en ellas historias de amor, intriga, suspenso y mil cosas más en un entramado de singular romanticismo.

Con esa perspectiva, su obra mantiene un gran imán para su lectura, donde uno va encontrando evocaciones del mundo cambiante de la Nueva España, a lo que iba siendo ya el México de la Independencia. Agradables y atractivas son sus novelas (sus obras de teatro en colaboración con Juan A. Mateos). Sus siete trabajos son para zambullirnos en el mundo que Riva Palacio supo estampar en sus novelas; iluminando con ellas a la literatura mexicana.

La pluma de este Vicente ha dejado la herencia literaria de un mexicano que con la espada defendió a la patria. Y con la pluma reivindicó la tarea de escribir para dejar un testimonio de bella literatura. Sus novelas cuentan sucesos históricos enmarcados en otras historias, con las cuales el novelista puede contarnos leyendas y fantasías, para tomarle sentido literario a una obra de gran importancia que nos ayuda a comprender aquellos años de la formación mexicana.

 

Ficha bibliográfica

Vicente Riva Palacio. Monja y casada, virgen y mártir. Colección de Escritores Mexicanos, Porrúa

cepedaneri@prodigy.net.mx 


 
 

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