Para los que apuntan y para los que aún se resisten a creer en que las cosas vienen en serio en el caso de los latrocinios cometidos por los integrantes del Nuevo Sonora, encabezados por Guillermo Padrés, aquí un dato por demás alentador.
De acuerdo a la Procuraduría General de la República, delegación Sonora, en donde se ve y se siente que se sigue trabajando a todo tren, hasta el momento se cumplimentan 91 averiguaciones integradas en 59 carpetas de investigación por presuntos actos de corrupción entre los que, como en botica, se halla de todo, en una larga lista de 166 indiciados en procesos penales de los cuales 59 son ex funcionarios de primer nivel, -- pero de muy malas mañas – como Secretarios de Estado, Directores de Área, con todo y sus familiares, en algunos de los casos, mientras que otros, 107, eran servidores públicos de nivel medio e inferiores.
Para su localización, la fiscalía federal ha extendido el brazo de la ley a través de la Interpol solicitando el apoyo a otros cuerpos policiacos nacionales e internacionales para ubicar a un total de 32 prófugos de la justicia del sexenio anterior, para al estilo “ Parchis”, con 5 fichas rojas y 27 azules con la intención de evitar que salgan del país con el fin de ubicarlos, arrestarlos y extraditarlos para que enfrenten la justicia mexicana.
Todo un caso, por demás inédito, no sólo a nivel estatal, sino a nivel nacional pues jamás gobierno estatal alguno había amalgamado a tanto criminal en un solo gabinete en donde el jefe principal sería ni más ni menos que el mismísimo gobernador del Estado y en donde habrían de menudear un total de 11 delitos en sus diversas manifestaciones como el delito federal, desacato a un mandato judicial en materia de amparos donde Padrés se especializó a lo largo de su desgobierno, pitorréandose en todo momento de las resoluciones judiciales a las que de siempre desoyó, así como desobediencia a un mandato legítimo, ejercicio indebido del servicio público, enriquecimiento ilícito, operación con recurso de procedencia ilícita, peculado, acopio de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, violaciones a la Ley de Amparos, violaciones a la Ley General de Profesiones y, como para cerrar con broche de oro: uso abusivo de atribuciones y facultades.
De todo este mazacote que han generado Padrés y sus “ muchachitos”, los jueces de Distrito han ejercido acción penal contra 48 ex funcionarios, se han girado 38 órdenes de aprehensión, 20 autos de formal prisión, 12 órdenes de arresto que han sido cumplidas, 18 pendientes por cumplimentarse y una sentencia condenatoria.
En resumidas cuentas, la desastrosa administración de Guillermo Padrés dejó a los sonorenses un daño patrimonial de poco más de treinta mil millones de pesos y para evitar – estos pillos – que sean llamados a cuenta, los tipos en cuestión han tramitado más de 225 amparos, de los cuales 128 fueron sobreseídos – les dieron palo, pues--- y 97 continúan en espera de que Chucho el roto les haga el milagro, entre estos, el ex secretario de salud, Bernardo Campillo García, quien ya se ganó a pulso su fichita azul, por aquello de no te entumas, así como el todo ex poderoso ex secretario general de gobierno, Roberto Romero López, además del ex secretario de Hacienda estatal, el ex barzonista Carlos Villalobos Organista, quien de no tener ni para los abonos chiquititos de Banco Azteca, llegó a hacerse de mulas, como Pedro, con lujosas residencias de algunos millones de pesos…
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