Un conflicto de intereses entre taxistas y concesionarios del transporte público de pasajeros se generó debido al servicio que los primeros han venido ofreciendo a usuarios que en el centro de la ciudad hacen filas de espera en paradas de camiones.
El conflicto motivó la intervención de Tránsito municipal quien ha ordenado a los taxistas retirarse de los lugares donde hacen "sitio", particularmente en las paradas alrededor de las calles No Reelección y Sinaloa.
Inicialmente los taxistas denunciaron extorsiones por parte de agentes de tránsito que al parecer les permitían ejercer su oficio sólo a cambio de una "mordida", y en caso de no pagar ésta les impedían realizarlo en forma normal.
Los taxistas dan el servicio a cuatro o cinco personas que esperan camión hacia la misma colonia y rumbo, cobrándoles 10 pesos "la dejada", tres más de la tarifa de camiones pero les ahorran a los usuarios la larga espera.
Los concesionarios de transporte público consideraron estas acciones como una "competencia ilegal" y solicitaron la intervención de Tránsito municipal.
Uno de los agentes de Tránsito comentó de manera extraoficial que los taxistas "la toman muy cómoda pues sólo dan servicio a los que van a Plano Oriente, que les queda cerca y eso les permite regresar rápido al centro para hacer más cortes".
Tras la discusión entre taxistas, concesionarios de transporte urbano y agentes de Tránsito, fue estacionada una patrulla en el sector en disputa para impedir que los carros de sitio realicen su labor entre los usuarios que esperan en las paradas de camiones.