Son los propios comerciantes quienes piden llamar a las grúas para que se lleven a automóviles que pasan mucho tiempo estacionados en el centro y obstruyen sus negocios, afirmó Armando Alcalá Arcaraz.
A la autoridad le corresponde vigilar que no se cometan abusos por parte de agentes de tránsito y las empresas de grúas, añadió el secretario del Ayuntammiento.
Rechazó que se impongan pagos exagerados a los propietarios de los carros trasladados por las grúas al corralón.
"Ya se estableció una homologación de la tarifa y cada vez que se denuncie un abuso vamos a castigar el proveedor del servicio suspendiéndolo un día", añadió.
Ahora el Ayuntamiento busca impedir que se cometan injusticias como sucede cuando a alguien le chocan su automóvil y además de eso debe pagar el servicio de grúa y el corralón, aseguró.
"Queremos evitar que se apliquen sanciones con falta de criterio a los automovilistas y vamos aponer candados para evitar los abusos", reiteró.
Alcalá Arcaraz explicó que el Ayuntamiento no puede adquirir grúas y dar el servicio de corralón porque cuando esto sucedía se generaban irregularidades mayores.
La autoridad debía enfrentar cualquier denuncia de partes o accesorios que perdían los carros estando en el corralón. Ahora es la empresa la que debe responder, dijo.