El próximo domingo 9 de abril más de 200 jóvenes partirán de Cd. Obregón a los pueblos de la sierra para participar en la Misión que cada año lleva alimentos, medicinas, ropa y otros artículos de primera necesidad a los pobres que viven en comunidades aisladas inmersas entre los cerros de Sonora y Chihuahua.
Entre esos jóvenes destaca Octavio Caro Rojas, un hombre de baja estatura física pero de gran talla espiritual que durante 24 años ha participado en esta Misión siempre con la voluntad de compartir sus convicciones religiosas con la gente que menos tiene.
Octavio, quien trabaja como mecánico automotriz y músico en Cd. Obregón, expresa con facilidad su entusiasmo de volver cada año a realizar esa labor donde, dice, ha aprendido tanto a conocerse pues allá "no sólo es lo que lleva uno sino también lo que se trae de allá, pues regresas más fortalecido espiritualmente".
En ese contacto con la gente serrana Octavio ha vivido muchas experiencias pero no duda en compartir la que más lo ha marcado.
"Fue hace quince años, cuando llegamos a una comunidad conocida como Palmarejo, un pueblito muy pobre donde nos acercamos a una humilde señora cuya vivienda era apenas un cuarto, un jacalito".
Él y otros seis muchachos, continúa, se acercaron a la señora para ver en qué podían ayudarla o proporcionarle, pero la señora antes de que ellos le dieran algo ella les ofreció seis huevos que esa mañana había puesto su única gallina.
"Eso nos impactó, lloramos de la emoción, pues aquella señora tan pobre se deshacía de su único alimento para darnoslo a nosotros. Fue algo impactante", dice aún con emoción.
Experiencias como esta marcan a los jóvenes que participan en la Misión organizada por la Diócesis de Cd. Obregón y que este año espera llevar más de 200 toneladas de comida, alimentos, cobijas, medicinas y otros artículos.
Se invita al público que quiera enviar algo a la gente de la sierra para que acuda con su donativo al almacén de acopio ubicado en la calle 6 de abril entre California y Campeche.